Hace unos días, a las 12 de la noche, se dio el pistoletazo de salida a la «nueva» convocatoria de elecciones generales al Senado y Congreso para el 26 de junio. No sé como definirlas, la verdad, como «nuevas», como «segunda vuelta»... Lo único que sabemos todos es que los resultados que salgan de nuestros votos de ese día pueden marcar y mucho el desarrollo político, social y pienso de libertades del pueblo y con ello de nuestra comarca.

A lo largo de la campaña electoral desde el viernes 10 y hasta el 24 de junio, hay que recordar que el 25 de junio es jornada de reflexión, los distintos partidos lanzarán verdades, falsedades y «mentiras».

Van a realizar discursos y debates y con ello mensajes que una vez que acaben las elecciones algunos se cumplirán y otros no, a veces porque no representan la realidad que se está viviendo o que no se pueden cumplir por los medios que tenemos; otros no se cumplirán por los pactos a que se verán obligados los partidos a ceder si el resultado es parecido al 20D.

Otros mensajes no llegarán ni a cumplirse o se meterán en la carpeta del olvido, porque nunca lo tenían en su «programa real» y sólo se expusieron por «convencer» e «hipnotizar» al electorado para buscar su voto, pese a que sabían que nunca se iban a cumplir, pues no les importaba la opinión real de la que persona que les votó.

Desgraciadamente una parte de los medios económicos e informativos nos van a «intentar manejar» con sus continuos mensajes hacia un mensaje no reflexivo y que sólo sea fiel a sus intereses. Pero pienso que el votante es maduro y esta ya «harto» de tanta «mentira» de tanta corrupción o como se dice de «tanto chorizo», con perdón si alguien se molesta.

Pienso que esta vez el voto no va ser «por que lo dice la tele» ni porque «es muy majo» el candidato y menos un voto al «miedo». Nuestro voto va a ser un voto reflexivo y coherente con lo que decimos y pensamos y teniendo en cuenta todo lo que estamos viendo, sintiendo y vemos cuando caminamos por las calles de nuestro pueblo y de nuestra comarca, o incluso cuando observamos a nuestros vecinos o amigos en su día a día.

Decir basta ya

Pienso que hay que decir «basta ya», ahora tenemos la oportunidad con nuestro voto, de una manera real, de apartar a la corrupción y sus dirigentes corruptos, esos que ponen antes sus intereses económicos propios, al bienestar del pueblo, e incluso de los que le han votado.

De decir «basta ya» a aquellos que ponen el miedo como mensaje y argumento para así sustentarse en un «poder» y aumentar «sus riquezas» personales importándoles poco que aumente la desigualdad social.

Y sobre todo debemos decir «basta ya» a la posibilidad de nuevos recortes, al aumento de la desigualdad, a que continuemos perdiendo derechos y libertades o que se «nos tome el pelo» con iniciativas imposibles de cumplir.

Ha dado comienzo la carrera electoral y de nuestro voto va a depender quien va a ganar y si queremos que todo siga igual, o nazca un anhelo de libertad o igualdad. El 26J por la noche lo sabremos.