¿En qué cree que se ha notado más el cambio de gobierno?
En la relación más cercana de la institución con la gente. Hay dos maneras de gestionar, ambas necesarias, una basada en la confianza y otra en la autoridad. El buen uso de la primera tiene como resultado el mutuo respeto. El mal uso de la segunda, desgraciadamente, en la Ley Mordaza.
¿Qué ve más positivo y más negativo?
A pesar de las diferencias ideológicas el tripartito ha logrado formar un buen equipo de trabajo sin apenas fisuras, me siento cómodo con todos mis compañeros. Pero no entiendo la posición de algunos al cambio de modelo económico-social que se avecina. Es un error anteponer los intereses de partido a las necesidades de la gente.
¿Qué destacaría más de todos estos meses?
Esa labor que no se ve en los medios. Las interminables jornadas de trabajo para resolver asuntos enredados durante años . No era una situación muy favorable la que encontramos y no solo en el día a día, sino a la falta de proyectos para el diseño de una ciudad amable, ejemplo de futuro. Es para disculparnos si no hemos podido satisfacer las expectativas, pero esto no ha hecho más que empezar, nuestro proyecto va por buen camino.
¿Qué ve prioritario?
Todos los frentes son prioritarios. La reindustrialización, las infraestructuras, el impulso al comercio y a un turismo sostenible, la vuelta a una economía agraria rentable, el patrimonio fatalmente gestionado por las distintas administraciones que tenemos que recuperar como identidad y prestigio. ¿Prioridades? Todas.
¿Habrá pacto de gobierno finalmente con el PSPV?
Espero que sí, que el PSPV local considere la importancia del momento y la oportunidad de aprobar unos presupuestos que necesitan ser adaptados a las necesidades reales. No vivimos en 2009.
