El portavoz del grupo municipal socialista de Sagunt, Francisco Crispín, ha insistido a Levante-EMV en descartar a corto plazo un pacto de gobierno en Sagunt que dé estabilidad al tripartito en minoría que conforman Compromís, EU y la marca local de Podemos, ADN Morvedre.
«Desde la última reunión que mantuvimos han pasado dos meses. En ella expusimos nuestros planteamientos a Compromís. Ellos quedaron en consultarlo con sus socios de gobierno y nunca nos han contestado», decía después de que todo quedara encallado al abordar la recomposición de la junta de gobierno local.
Esta «falta total de interés» que, a su juicio, «han demostrado» se confirmó al saber que el alcalde, Quico Fernández, llegó a hacer un balance positivo de su primer año en la alcaldía «diciendo que gobernando con 12 concejales estaba cómodo y no hacía falta la mayoría absoluta», aseguraba.
Aunque Crispín apuntaba que esto último «no fue ninguna sorpresa» para él, considera que «estas actitudes contrastan» con las de su partido. En este sentido, recordaba que el PSPV municipal votó a favor en el pleno de mayo de un punto crucial para desbloquear distintas inversiones en la ciudad. «Aquello fue más un gesto que una contrapartida real, pues no llegamos a negociar nada. De hecho, nos expusimos a las críticas, como hizo Iniciativa Porteña, diciendo que aquello de que nos habíamos vendido por cuatro chuches. Y ni aún así hemos visto interés por avanzar en el pacto».
El socialista opina que «todo se debe a que el tripartito está instalado en un gobierno donde se hacen pocas cosas, excepto cuatro gestos en temas culturales y demás». También echó de menos «políticas activas de reindustrialización y que puedan activar la economía», además de acusar al tripartito de «ser el gobierno que, en menos tiempo, se ha tirado a más colectivos encima».
Otras alianzas
Ante este diagnóstico, Crispín no cerraba puertas a una moción de censura a la que el portavoz de Iniciativa Porteña, Manuel González, volvía a estar dispuesto, como informó este diario en su edición ayer. Como apuntaba el socialista: «Cuando se den las condiciones para ello, si se dan, hablaremos», decía sin descartar que en ella «pudiera entrar perfectamente alguno de los grupos que están ahora en el gobierno» pues, según agregaba, «tienen una bronca buena, aunque sea de forma subterránea. Y más, después de haber perdido tantos votos en las elecciones».
