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Investigación

El alcalde de Torres Torres tuvo a un prófugo en su firma como hombre de confianza

La Guardia Civil que investiga si Gil encubrió una supuesta red de narcotráfico requisó en el Ayuntamiento de Torres Torres papeles de su mano derecha

El alcalde de Torres Torres, Rafa Gil, pasó ayer su segunda noche en el calabozo de la Comandancia de la Guardia Civil en Valencia, tras ser arrestado el pasado miércoles en el marco de una operación contra el tráfico de drogas que había incluido las detenciones de varios extrabajadores suyos en su empresa de naranjas, tal y como informó en exclusiva Levante-EMV.

Hoy se espera que Gil declare ante el juez, dentro de este caso donde a él se le investiga como supuesto encubridor, según fuentes cercanas al caso.

En esta firma citrícola, Gil llegó a tener de hombre de confianza a un súbdito lituano que, hasta 2015, estuvo casi 6 años en búsqueda y captura por parte de los Mossos d' Escuadra.

N.M., de 50 años de edad, tiene un largo historial policial, según ha podido saber este diario. Precisamente la mayoría de los antecedentes de N.M. están relacionados con varios delitos contra la salud pública, es decir, de tráfico de drogas.

El nombre de este súbdito de nacionalidad lituana también salió cuando los agentes de la Guardia Civil que detuvieron al alcalde acudieron ese mismo día al ayuntamiento y requisaron diversa documentación. Entre ella estaba un certificado redactado por el consistorio para justificar que la familia de N.M. vivía desde hace unos años en el pueblo y estaba bien integrada socialmente.

Cuatro años de relación

De hecho, el hombre llevaba unos cuatro años trabajando para la empresa del actual alcalde, pero más de una década asentado por esta zona de La Baronia, donde había residido primero en Alfara de la Baronia y había llegado a trabajar en otras dos firmas. Un grave accidente que sufrió su hijo adolescente y que dejó al joven postrado de por vida hizo que Gil estrechara aún más su relación con esa familia, según explicaron algunos vecinos.

N.M. también propició durante años que unos 30 hombres de su misma nacionalidad cogieran naranja e hicieran tareas similares para la empresa de Gil, que es alcalde desde hace un año pero llegó a ser teniente de alcalde del PP en el anterior mandato.

No obstante, a N.M. se le dejó de ver por Torres Torres hace alrededor de un año y medio. Según pudo saber este diario, fue entonces cuando las fuerzas de seguridad le localizaron al fin tras llevar casi 6 años en busca y captura, si bien todo esto pasó desapercibido para la mayoría de la población.

Aunque su mujer y su hijo siguieron viviendo en la localidad, hace alrededor de un mes volvieron a Lituania a pasar unas vacaciones.

Tampoco ahora quedaba rastro en el pueblo de los otros hombres lituanos que vivían alquilados allí durante la temporada de naranja y trabajan también para la empresa del alcalde, junto a otros que residían en oras localidades. «Ellos en estas fechas siempre se suelen ir a Lleida a la temporada de la manzana», decía una vecina.

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