Un rescate de película con final feliz. Así se resume lo sucedido en la noche del lunes en la playa del Port de Sagunt, donde dos jóvenes de 20 años se vieron arrastrados por el oleaje y la fuerte corriente hasta más de 200 metros de la costa. El suceso contó con ingredientes suficientes, como la actuación del helicóptero de Salvamento Marítimo o de dos socorristas, dos bomberos y un policía local, que fueron los primeros en lanzarse al agua en respuesta a los gritos de auxilio, para atraer a cientos de curiosos que se agolparon en la arena y el paseo marítimo hasta que el rescate quedó resuelto sin tener que lamentar víctimas.

Los hechos tuvieron lugar hacia las 21.15 horas, cuando los jóvenes, uno de Valencia y otro de Salamanca, se metieron al mar en la zona norte de la playa, próxima al peligroso espigón de Ciudadmar. Según relataron en el traslado en helicóptero, que les llevó hasta Manises debido a la dificultad de aterrizar de noche en Sagunt, ambos se adentraron hasta cubrirles por la cintura, cuando una gran ola les arrastró y después la corriente les fue alejando de la costa.

Sus desesperados gritos de auxilio tuvieron su primera respuesta en una llamada al 112 que movilizó a Salvamento Marítimo, aunque un policía local de Sagunt y un socorrista de Canet d'En Berenguer se lanzaron antes al agua para tratar de ayudarles. Este último, José Vicente Bosque, atendía ayer a Levante-EMV en la piscina en la que trabaja este verano, donde ayer mismo tuvo que actuar para salvar a un hombre, y reconocía que «pasaba por allí porque iba a cenar después del trabajo, vi el jaleo en el espigón y no dudé en acercarme al policía que intentaba desatar el aro salvavidas».

Pánico y angustia

Una vez en el mar «llegamos enseguida a la zona donde se encontraban e incluso nos pasamos. Nosotros no les oíamos a ellos, pero luego nos dijeron que ellos a nosotros sí y eso les tranquilizó, porque pese al pánico y la angustia supieron que había alguien más allí». Bosque, que ejerce como socorrista desde hace cinco años, dos en playas y «nunca había vivido un rescate así», relataba también que «ya estábamos a seis o siete metros de ellos cuando nos cogimos a la boya. Les veíamos las caras y nos preparábamos para ir a buscarles cuando escuchamos al helicóptero, que nos sacó del agua, primero a ellos y luego a nosotros». Durante esos minutos, ambos tuvieron incluso tiempo para relajarse: «Estuvimos charlando y riéndonos, porque sabíamos que ya había pasado lo peor».

Pese a que el Helimer 211 de Salvamento Marítimo llegó rápido a la playa del Port, el policía local y el socorrista de Canet estuvieron cerca de 45 minutos en el agua, tiempo en el que también otro socorrista del Port y dos bomberos del parque de Sagunt se lanzaron al agua para colaborar en el rescate, pese a saber que «nos jugábamos el tipo».

Uno de estos últimos, Antonio Berná, explicaba a este rotativo que «nos metimos por un sitio para intentar cortar el efecto de la fuerte marea y nadamos hasta la boya que marca la zona de las embarcaciones». Después de que el helicóptero rescatara a los dos bañistas, al policía y al socorrista, «nos preguntaron si necesitábamos ayuda, pero les dijimos que no y volvimos por nuestros medios» hasta llegar a la orilla unos 40 minutos después de lanzarse.

Ingreso de un bañista

Una vez aterrizado el helicóptero en Manises, el piloto solicitó un chequeo médico para uno de los bañistas, que quedó ingresado en el hospital de la localidad de L'Horta Oest con pronóstico leve, al encontrarse indispuesto y sufrir calambres en las piernas. Horas después fue dado de alta, según confirman fuentes sanitarias. Su compañero resultó ileso, aunque a su vuelta al Port de Sagunt en el coche policial comprobó que le habían robado la mochila que había dejado en la arena.