La pradera marina de posidonia que sobrevive frente a la playa de Almardà de Sagunt es la única que queda en la comarca. Por ello, Acció Ecologista Agró ha impulsado un voluntariado submarino para controlar y conservar este ecosistema

Hasta los años 70 del siglo pasado, la extensión de esta pradera iba desde Canet de Berenguer hasta Almenara. Sin embargo, el paso de barcos de arrastre y la contaminación del emisario submarino de Canet redujeron este tesoro natural a una zona preservada de forma natural por varias rocas «y por los arrecifes artificiales colocados en sus inmediaciones para evitar que los buques de pesca arrastreros pasaran por allí», según explicaba a Levante-EMV el integrante de Agró Jorge Mateos.

Para proteger este tesoro medioambiental que esconde nuestro mar, el colectivo comarcal de Acció Ecologista-Agró Camp de Morvedre ha puesto en marcha un ambicioso proyecto que pretende retomar con carácter anual y desarrollar tanto a medio como largo plazo. «Sólo si perseveramos y esta tarea se prolonga en el tiempo podremos analizar la evolución de este ecosistema que apenas crece un centímetro a lo ancho y a lo alto en un año. Si no es con un método científico, su evolución puede pasar desapercibida», apuntaba Mateos.

La iniciativa arrancó el pasado fin de semana con dos actividades. Primero se celebró en el Club Náutico de Canet d'En Berenguer Puerto Siles una charla teórica sobre control de posidonia y el sábado, 9 de julio, se realizó la primera inmersión.

La sesión teórica contó con la asistencia de una quincena de participantes y fue impartida por Santiago Jiménez, científico del Instituto de Ecología Litoral que explicó la metodología para el seguimiento de las praderas de posidonia del programa de control y evolución Posimed. Con él, se preparó y diseñó la acción de voluntariado.

La inmersión duró aproximadamente una hora y contó con la participación de ocho submarinistas de AE-Agró y el Club Buzos. Durante la inmersión se midió la densidad de los haces de posidonia y también la densidad de cobertura del suelo por parte de la pradera. «Aproximadamente calculo que ocupará unos 5.000 metros cuadrados y entre 100 y 200 metros de diámetro, pero estoy hablando de un modo aproximado a ojo. Necesitamos tener una cartografía, en la que estamos trabajando. No obstante, habrá que esperar el resultado de las mediciones para saber un dato ya científico», explicaba el ecologista.

El resultado de esta jornada de control y seguimiento submarino fue bastante positivo porque, como explicaban desde el colectivo, «la pradera presentaba buen aspecto y no estaba muy castigada por los residuos».

Seguimiento de 10 a 30 años

Sin embargo, para el correcto control a medio y largo plazo de la pradera de posidonia de la playa de Almardà hace falta un seguimiento durante 10, 20 ó 30 años.

Por ello, Agró repetirá anualmente este voluntariado submarino para custodiar y vigilar este pequeño tesoro natural.

La preocupación por cuidar y proteger la pradera de posidonia va a más en los últimos tiempos y, como aseguraban desde Agró, el Club de Buceo Trotafons también ha mostrado su interés en realizar el mismo control de las praderas de la pradera del Puig.