Nacho Maravilla, exsecretario local del PSPV en Torres Torres, ha dado marcha atrás a su dimisión, presentada hace más de un mes y tramitada en el comité nacional, según ha comunicado a la ejecutiva provincial y próximamente hará a la comarcal. El que fuera líder de los socialistas justificaba su cambio de postura en la situación tan «extraordinaria» generada tras la detención y puesta en libertad bajo fianza de 30.000 euros del alcalde, Rafa Gil, que según Maravilla ya ha sido expulsado del grupo municipal y para el que «ya se tramita su inclusión en el grupo de los no adscritos».
El socialista reconoce que la agrupación no atraviesa por su mejor momento, a lo que se suma ahora las acusaciones que pesan sobre Gil, que han llevado al PSPV a contar con un concejal, Vicente Cabo, tras la expulsión del alcalde. «No es el momento de que se nombre a una gestora, la situación es muy delicada y creo que tenemos que ser los militantes de Torres Torres los que la solucionemos devolviendo la gobernabilidad al ayuntamiento y la normalidad al partido».
A este respecto socialistas y populares se reunían el jueves para tratar una posible moción de censura, posibilidad que necesita del pacto entre PP y Compromís, ya que la norma impide el apoyo del único edil socialista.
El que fuera secretario general se ha comprometido a ser el «nexo de unión» entre ambas formaciones. «Tienen que entenderse y nosotros vamos a hacer lo posible para ello». Según Maravilla el PP ha dejado la puerta abierta a la moción de censura y esperan que Compromís lo haga también. De llegar a acuerdos, el PSPV podría perder la alcaldía, aunque el socialista deja claro que «anteponemos la estabilidad municipal a la alcaldía. Esta es la única opción viable, tras la negativa del alcalde a dejar su acta».
Por su parte, el secretario comarcal, Jorge Vidal, explica que la posibilidad de revocar la dimisión «no se contempla» y que lo que marca el procedimiento es el nombramiento de una gestora, decisión que recae en la ejecutiva nacional que en consulta con la comarcal eleva una propuesta a la ejecutiva federal. Mientras, la visión del secretario provincial de organización, Miguel Chover, es bien distinta y asegura que «la decisión no es irrevocable».