El Ayuntamiento de Gilet ha eliminado la cuota voluntaria de las fiestas que pagaban los vecinos para ayudar a sufragar los festejos desde hace más de 40 años.
En lugar de este pago, que ascendía a 70 euros por familia, 50 euros los jubilados y 45 euros por persona, el consistorio pondrá a disposición del pueblo «tickets» para que cada persona elija a qué acto quiere asistir y abone el precio establecido por éste; un modelo novedoso que responde, según el concejal de Fiestas, Carles Catalunya, a la «demanda ciudadana».
En concreto, habrá tres clases de tickets: Semana taurina (15 €), merienda infantil (2€) y calderas (2.50€). «De esta manera, las personas disfrutarán de lo que realmente les gusta y pagarán por ello, no por todo, como con la cuota. Por ejemplo, a los que no les gusta ir a la plaza a los bous al carrer, no pagarán estos festejos» , comentaba el socialista.
Precisamente, éste es un punto que ha generado debate en otros municipios donde algunas voces críticas con los actos taurinos apuestan porque «quien quiera toros, que se los pague», proponiendo cuotas distintas según se asista a los toros o no.
Además de la «libertad de elegir» Catalunya aseguraba que con este modelo se «racionalizará el gasto, porque se podrá contabilizar la cantidad de gente que acude a cada acto». El ejemplo lo ponía con la merienda infantil. «Hacíamos merienda para todos y sobraba mucho; ahora la haremos conociendo la cifra de participantes».
Por otro lado, «los vecinos también se han quejado de que pagaban dos veces las fiestas; la parte proporcional de éstas en impuestos, más la cuota», un extremo que «hemos tenido en cuenta», comentaba Catalunya.
El presupuesto municipal para las fiestas patronales asciende a 90.000 euros, una partida que cuenta con una cantidad definida después de varios años donde la práctica era anotar inicialmente un euro hasta comprobar los ingresos que se recogían, entre ellos, las aportaciones vecinales (de 20 a 25.000 euros) y así calcular a posteriori el coste de los festejos. Con este modo de operar, las fiestas «solían generar deudas, ya que costaban más de lo que se ingresaba; de ahí, los 30.000 euros que quedan pendientes de las de 2014 y las continuas modificaciones de crédito que ha tenido que hacer el ayuntamiento para pagarlas», adelantaba el concejal socialista.
A este respecto el edil del PP, Sergio Andrés, recordaba que anteriormente no se podía dotar de dinero esta partida porque había deudas de sentencias por las zonas verdes y esto podría haber llevado a impugnar los presupuestos.
Otra de las novedades de las fiestas de este año es el fomento de la peñas, que «de cinco pasarán a una 25, un incremento que permitirá al ayuntamiento ahorrar en el coste de la plaza, durante la semana taurina, que supone cerca de 7.000 euros. «Cuantas más peñas existan, que se monten su cadafal, menos plaza tenemos que montar nosotros», decía Catalunya. Para este año, el consistorio calcula un ahorro de un 30% en este partida. A esto hay que sumar lo que deja de gastar el ayuntamiento gracias a las iniciativas de cada peña, pues unas pagan toros y otras actos que ya no tiene que abonar el consistorio.
