La concejala de Policía Local de Sagunt, Roser Maestro, dio ayer la orden para retirar de la playa las sombrillas y sillas que sean utilizadas para guardar sitio en la playa, aunque la lluvia caída durante la mañana dio margen para intensificar la campaña informativa antes de aplicar esta medida.
Las quejas recibidas por esta práctica, muy habitual desde hace años, especialmente en el Port, ha llevado al ayuntamiento a buscar una solución, que consiste primero en comunicar a los usuarios de la playa que la normativa municipal, concretamente del artículo 15 referido a las acampadas en la playa de la ordenanza de usos y aprovechamiento de las playas, prohíbe «dejar instalados los elementos enunciados —parasoles, mesas y sillas— siempre que no se encuentren los propietarios, por el hecho de tener reservado sitio».
La idea es aplicar esta medida «con tacto» durante los primeros días y ya el fin de semana poner en marcha un procedimiento que consiste en la retirada del material y su depósito en dependencias municipales. Allí, sus propietarios podrán reclamarlo, pero siempre que presenten justificación, momento en el que se se les podrá aplicar una sanción que oscila entre los 150 y los 450 euros, al considerarse esta práctica como una «infracción grave».
Las sombrillas, las mesas y las sillas que no sean reclamadas o no se pueda justificar su propiedad se mantendrán en custodia de la policía local hasta que se proceda a su destrucción, una maniobra que se realiza con todo el material incautado una vez al año.
Mientras Sagunt responde así a las quejas, la situación en la playa de Canet d'En Berenguer es bien distinta y «de momento esto no es problema para los vecinos, no hemos recibido quejas. En caso de haberlas tendríamos que regular este tema en la ordenanza», decía el edil de Playas, Rafa Corresa.
