La imagen de la playa del Port hacia la hora de comer ha dado un cambio radical en unos días, el tiempo que ha durado la «intensa» campaña informativa para erradicar la práctica extendida de dejar en la arena las sombrillas y las sillas para reservar sitio.
Las patrullas mixtas entre policía y socorristas y los reiterados mensajes por megafonía, con especial énfasis en el riesgo de multas de hasta 150 euros, han encontrado la respuesta ciudadana, después de unos primeros momentos de confusión y polémica, hasta el punto que durante el fin de semana apenas fue necesario cumplir en un par de casos la amenaza de retirar estos enseres.
Como ha venido informando Levante-EMV durante los últimos días, la concejalía de Policía decidió aplicar la ordenanza de usos y aprovechamiento de las playas, que permite a los agentes retirar sombrillas, sillas y mesas que se dejen en la arena para reservar sitio sin la presencia de sus propietarios. Pese a que la intención manifestada por la titular de este departamento, Roser Maestro, es modificar la normativa para precisar todos sus puntos, un primer paso fue informar a los usuarios de la playa, que en muchas casos se mostraron críticos o confusos, al no tener claro qué pasaba cuando se fueran a dar un paseo o un baño. Ya a partir del sábado se empezaron a retirar las sombrillas, aunque el éxito de la campaña quedó patente al limitarse a casos aislados.
