La Guardia Rural de Sagunt ha iniciado los trámites para denunciar ante las consellerias de Trabajo y Agricultura «la explotación laboral» que presuntamente varios agricultores de Sagunt someten a «inmigrantes de color» para la gestión de sus campos. Según el jefe de este cuerpo rural, José María Martínez, «son varias las quejas que hemos recibido en el Consell Agrari de trabajadores que ven como dejan de ser contratados en pro de mano de obra más barata de forma supuestamente ilegal».
Tras la pista de estas denuncias, los agentes rurales sorprendieron ayer a un vecino de Sagunt, propietario de un campo en el camí de la Torreta, dando órdenes a un inmigrante, residente en la localidad, que, mochila en mano, pulverizaba una plantación nueva de naranjos. Además de llamar la atención las condiciones laborales en las que estaba, lo más alarmante era la exposición a los insecticidas de este trabajador. «No potaba ninguna medida de seguridad, ni mascarilla ni ropa de trabajo ni tan siquiera tenía el carnet básico para manipular este tipo de productos», comentaba Martínez.
A esto se añadían las condiciones de trabajo en las que estaba, «sin ningún tipo de contrato y cobrando una media de 4 a 5 euros la hora cuando los jornales en el campo se han llegado a pagar a 10 euros la hora».
Tras poner en conocimiento del propietario la posible sanción a la que se exponía, los trabajos cesaron. «Hemos vuelto a pasar por allí y ya no estaban. No sabemos si la advertencia ha servido de algo o es que el trabajo había finalizado», comentaban desde la Guardia Rural.
Los hechos presenciados han llevado a los agentes a iniciar los trámites de una denuncia a la inspección de trabajo por lo que consideran «explotación laboral», y otra a la conselleria de Agricultura y Medio Ambiente por si la pulverización sin protección fuera objeto de un delito contra la salud del trabajador, tal y como ha adelantado Martínez.
Preocupación en CC OO
Desde CC OO ya se han interesado por el caso y fuentes sindicales han revelado a Levante-EMV que van a iniciar una investigación sobre lo sucedido y tampoco descartan sumarse a las denuncias presentadas por la Guardia Rural de Sagunt. «Si la realidad es esta, no dudaremos en poner en marcha la demanda oportuna ante la inspección de trabajo porque no se pueden permitir este tipo de explotaciones».
La responsable del campo del sindicato, Amparo Aguilar y la secretaria general de CC OO, Begoña Cortijo, quien ha interrumpido sus vacaciones para conocer el caso, han mostrado su indignación ante estas prácticas.
Aguilar explicaba que la pretensión de querer abaratar costes lleva al propietario del campo a desentenderse de la contratación. «Da igua a quien se contrate y cómo se contrate, lo que importa es mano de obra barata para la reducción del gasto sin ser conscientes de los problemas que esto puede acarrearles».
Otro de los asuntos que preocupa al sindicato es la coyuntura en la que se encuentra el trabajador ya de que de no tener los papeles en regla, el propietario para quien trabaja podría estar cometiendo un «delito contra la Ley de Extranjería», aunque todo apunta a que no es el caso, ya que tal y como han revelado fuentes del Consell Agrari, el trabajador tiene su situación regulada.
