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Vecinos y oposición protestan contra la bolsa de empleo que da trabajo a 59 personas en Canet

El ayuntamiento recibió una veintena de quejas formales y se cuestiona si se priorizó a los más necesitados

Vecinos y oposición protestan contra la bolsa de empleo que da trabajo a 59 personas en Canet

Los 59 admitidos en la bolsa de trabajo promovida por el Ayuntamiento de Canet d'En Berenguer para este ejercicio ya han comenzado a trabajar, eso sí, tras la polémica que se ha convertido en habitual en esta convocatoria. Y es que gobierne EU, el tripartito de progreso o, como ahora, el PP, todos los años se acumula un aluvión de protestas al día siguiente de conocerse los favorecidos por la bolsa de empleo.

Retirado el anterior secretario municipal, José Antonio Sancho, parecía que el consenso político y la transparencia serían una realidad, pero no ha sido así. Pese a la creación de una comisión de trabajo y a los múltiples debates, al final fueron pocos los que quedaron satisfechos con los resultados.

Un total de 19 personas presentaron reclamaciones, al no estar conformes con la puntuación recibida, que fueron desestimadas. A este respecto, el alcalde de Canet, Leandro Benito (PP), resta importancia a las quejas que «son habituales. Todas tenían que ver con que el aspirante no aportó la documentación o no se le había computado algún punto, pero, a quienes lo acreditaron, se les modificó la baremación».

Aunque el alcalde asegura que «no hemos tenido reclamaciones como tal por el examen, sólo por falta de acreditación de méritos», tanto la oposición como muchos vecinos se han sentido engañados por las baremaciones. Uno de los motivos es que no se ha cumplido, según aseguran, la intención de primar especialmente a los aspirantes en delicadas situaciones económicas.

Situación económica

Las acusaciones precisan casos en que varios miembros de la misma familia o incluso hogares «acomodados» han sido favorecidos en la bolsa de empleo, mientras otras personas en riesgo de exclusión no eran incluidas, pese que las bases de la convocatoria especificaban claramente que los servicios sociales y la situación económica familiar serían trascendentales a la hora de baremar a los aspirantes.

La gran cantidad de protestas levantó las suspicacias en la oposición. La portavoz de EU, María Amor Uviedo, puso el grito en el cielo en el último pleno, porque, según señaló «las quejas obligaron a baremar de nuevo, pero se hizo de un día para otro y sin contar con los concejales del resto de grupos». En ese punto estalló el alcalde de Canet, quien espetó a Uviedo, que «ahora en este ayuntamiento bareman los técnicos por lo que no hay que llamar a nadie. No pasa como en la época en que usted era del equipo de gobierno, cuando se puntuaba al gusto de los políticos. Ahora no permitimos injerencias políticas». Uviedo negó las acusaciones y señaló que su intervención en la baremación sería sólo se observadora.

La resaca de la lista de admitidos en la bolsa de trabajo ha llevado a Canet un clima enrarecido en la que políticos y vecinos opinan y reparten culpas. Unos acusan a otros de pagar favores a cambio de trabajo y los otros atacan a los primeros diciendo que en su época era cuando ocurrían esas cosas. En medio, un grupo de vecinos prefiere permanecer sin alzar la voz «por no sufrir represalias» y es que ya tienen en mente ser incluidos en futuras bolsas de empleo.

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