Los agentes rurales de Sagunt han denunciado el mal estado en el que se quedan los caminos tras la rotura de las tuberías de agua de riego. «Se arreglan de cualquier forma y luego queda la carretera llena de baches y un firme sin condiciones», aseguraban desde el Consell Agrari.
Ante esta situación, el organismo municipal va a iniciar una serie de contactos con los pozos de riego privados para solicitar que pongan solución a este problema. «Ya hemos hablado con el alcalde para enviar una circular y convocarlos para abordar el asunto», comentaba el responsable de la Guardia Rural, José María Martínez, quien descartaba de estas prácticas a los motores del sindicato de riego de Sagunt.
El problema va más allá , puesto que como las mismas fuentes denuncian, las intervenciones en los caminos que suponen abrir una zanja para arreglar la fuga, «en muchas ocasiones ni se nos notifica, cuando se trata de caminos rurales y tienen a obligación de hacerlo».
Vallas robadas
A todo esto se suma, que en la mayoría de casos, las vallas de señalización que se colocan, son del área de Mantenimiento, que luego desaparecen , tal y como han revelado las mismas fuentes.
En concreto, en lo que va de año, el Consell Agrari ha contabilizado de 10 a 12 vallas «desaparecidas», equipamiento municipal perdido que supone un montante económico para el consistorio cercano a los 500 euros , tal y como avanzaban desde el Consell Agrari.
Según los agentes, cada una de las vallas tiene un coste de 40 a 50 euros, que tendrá que volver a desembolsar el ayuntamiento para la compra de nuevas.
Ante esta coyuntura, desde el Consell Agrari se quiere instar a los propietarios de los pozos privados a que se reúnan con el ente provincial para tratar de dar una solución al problema y establecer un protocolo de actuación en el caso de obras en los caminos rurales.
