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Las tensiones en el PSPV frenan un nuevo pacto de gobierno en Sagunt

Los afines a Crispín denuncian «maniobras» para que el portavoz no esté en la junta de gobierno

Las tensiones en el PSPV frenan un nuevo pacto de gobierno en Sagunt

Las fricciones internas en la ejecutiva local del PSPV hacen peligrar el pacto de gobierno en Sagunt. Así lo han manifestado a Levante-EMV fuentes de la dirección del partido, que acusan a compañeros de la ejecutiva de gestar «maniobras para apartar al candidato, Francisco Crispín, de la junta de gobierno local», si el PSPV entrara finalmente a gobernar con el tripartito. Las mismas fuentes añaden que «la intención de la jugada es clara: Asegurar que Miguel Chover esté en esa junta de gobierno».

De ser así, estos socialistas denuncian que «se incumpliría uno de los acuerdos del grupo municipal» en materia de pacto de gobierno, que establece «el orden de lista» como criterio de representatividad en este órgano de gobierno por parte del partido, lo que dejaría fuera al actual secretario de organización de la provincia al ir de número tres en la lista electoral.

El PSPV puso como condición para entrar en el gobierno, entre otros aspectos, hacerlo en las mismas condiciones que el resto de partidos, es decir, idéntico número de liberados y misma representación en los órganos de gobierno, que en el caso de la junta, sería de dos concejales, es decir, un edil socialista se quedaría fuera.

Las discrepancias por qué dos ediles debería ser los representantes en caso de fraguarse el pacto está levantando ampollas en el partido y generando una división entre los que sostienen que hay que cumplir el acuerdo del grupo municipal y los que no, que cuentan además con el apoyo de algún que otro partido en el gobierno local.

A todo esto se suma las críticas de una parte de la ejecutiva, entre ellos los más afines a Crispín, que aseguran que «se está negociando a nuestras espaldas». Es más, miembros del grupo municipal aseguran que «en las negociaciones del pacto, se han estado poniendo encima de la mesa algunas delegaciones sin que el grupo las conozca», lo que les ha llevado a denunciar que «algunos se están excediendo de sus competencias».

Sin embargo, hay que recordar que fueron otros grupos políticos los que condicionaron el pacto a la no presencia de Crispín en la junta de gobierno, una premisa de la que se hizo eco este rotativo a través de declaraciones de los distintos portavoces. Precisamente para dar una solución a esta situación y avanzar se le llegó a plantear al portavoz socialista una comisión de servicios en Valencia, una opción con la que a priori estaría de acuerdo, pero que finalmente no llegó a cuajar.

Por su parte, la secretaria general del partido, Nuria Hernández, ha querido salir al paso de las acusaciones de algunos compañeros de ejecutiva negando que haya fricciones. «La mayoría lleva una misma línea y desde luego yo no soy conocedora de ninguna fricción», asegura a este diario. A esto añadía que «si las negociaciones para fraguar un pacto de gobierno no contaran con el apoyo mayoritario de mi partido, éstas no se hubieran llevado hacia adelante».

Niega las maniobras

Por otro lado, la líder local de los socialistas también negaba que hubiera maniobras para apartar al portavoz de la junta de gobierno, unas afirmaciones que le producen asombro. «Crispín está en la comisión negociadora», explicaba, justificando así que está al día de las conversaciones y de lo que se plantea en cada una de las reuniones.

Respecto a las condiciones para cerrar un pacto de gobierno, Hernández quiere aclarar que «las deberá aprobar la dirección del partido que es la que tiene las competencias para hacerlo», mandando un mensaje claro de autoridad al grupo municipal, desde el que algunas voces críticas insisten en que hay un acuerdo por el que la representatividad en la junta de gobierno se hará en función del orden de lista.

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