El cálculo de la previsión de los ingresos que tendrá el Ayuntamiento de Sagunt el próximo año centra el trabajo de los técnicos de Gestión Tributaria durante estos días. El objetivo es disponer de estas estimaciones cuanto antes, con el objetivo de elaborar al fin un presupuesto que reciba el visto bueno plenario y permita enterrar las cuentas de 2009, con las que todavía se manejan las arcas municipales.

Y uno de los principales ingresos de 2017 volverá a proceder del impuesto de bienes inmuebles (IBI), con el que el tripartito pretende recaudar 15,8 millones de euros, un 1,3 % más que este año, según informó ayer la concejala Teresa Garcia en la comisión de Hacienda que preside. «Hemos cuadrado una propuesta „señalaba en palabras a Levante-EMV„ que absorbe la subida anual del 10 % a la que nos condena el catastrazo», en referencia a la revalorización impulsada en 2012 por el PP, que incrementó los valor medios en más de un 150 %.

La otra premisa sobre la que se basa la propuesta es el mantenimiento de los niveles de recaudación de este año «como mucho „precisa Garcia„ aumentar el índide de precios al consumo (IPC), que se fija en el 1,5 % para el año que viene». De esta forma, la propuesta que ayer hizo llegar a la oposición para su estudio es rebajar el tipo de gravamen del IBI urbano hasta el 0,52 por el 0,57 que se ha aplicado a lo largo del presente ejercicio

Sobre el impacto de estas modificaciones en el recibo de los vecinos, la también diputada autonómica asegura que «la mayor parte de la gente no lo verá incrementado y, en aquellos casos que si lo haga, se situará en una media por debajo del IPC

Por lo que respecta al impuesto a inmuebles de características especiales, que es el que afecta los de uso industrial y comercial con un valor superior al millón de euros, el tipo se fija en el 0,695 por el 0,6 que se aplica este año y con el que se pretendía recaudar algo menos de 6,7 millones de euros.

Según recuerda también Garcia, ya será a partir del próximo ejercicio cuando el ayuntamiento podrá reclamar una revisión de los valores catastrales, al cumplirse los cinco años desde que se aprobó la última ponencia.