Quartell, Estivella y Algímia d'Alfara son los ayuntamientos de El Camp de Morvedre que más cobran a sus vecinos por el impuesto de bienes inmuebles (IBI), una clasificación que, teniendo en cuenta el promedio según el número de recibos emitidos por las haciendas locales, cierran Faura, Segart y Benavites. Así se desprende de los datos que manejan la dirección general del Catastro y el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que incluyen tanto los valores catastrales como los tipos de gravamen que impone cada consistorio a las viviendas en zonas urbanas.
Según estas variables, a las que se añade la cuota líquida, que se refiere a la recaudación una vez aplicadas las bonificaciones previstas en la ley, el recibo medio del IBI en El Camp de Morvedre se sitúa ligeramente por encima de los 277 euros, con Quartell muy a la cabeza gracias a un promedio de 450 euros, Sagunt en la parte de abajo de esta clasificación con 259 euros y Faura a la cola con 160.
Mientras los ayuntamientos se encuentran ahora en plena aprobación de los tipos de gravamen para el próximo ejercicio, durante el presente han sido tres consistorios los que han aplicado un coeficiente de actualización, en función del año de su última actualización catastral, dos de ellos al alza, como Canet d'En Berenguer y Segart, y Alfara de la Baronia a la baja.
Según este porcentaje que se aplica al valor catastral de las viviendas para calcular el IBI que se debe pagar por cada inmueble, el tipo de gravamen más alto está en Quart de les Valls (1), seguido de Petrés (0,94) y Albalat dels Tarongers (0,85), mientras que en los niveles más bajos se encuentran Sagunt (0,565), Faura (0,65) y Gilet (0,7).
Ponencias desfasadas
Estos tres ayuntamientos absorben de esta forma la revalorización catastral aplicada en los últimos años tras la aprobación de la ponencia general, a la que gran parte de los municipios se ha sometido durante los últimos ejercicios. Concretamente, siete consistorios lo han hecho desde 2012, mientras que las localidades con valoraciones colectivas cuya vigencia ha superado la década que marca como máximo la ley son Torres Torres (2006), Canet (2005), Quartell (2003), Petrés (2000) y Albalat, donde no se renueva desde 1996.
Mientras el IBI se ha consolidado como la principal fuente de ingresos de las haciendas locales, la mayoría de ellas en la comarca opta por dejar la gestión en manos de la Diputación de Valencia. De hecho, sólo Sagunt, Canet, Algímia y Algar de Palància se encargan por ellos mismos de recaudar este impuesto.
Por otra parte, el Catastro va completando los procesos de regularización que se propuso realizar por todo el Estado. En la comarca, todavía están pendientes las de Gilet, Estivella, Algímia, Algar y Alfara.
