La Conselleria de Economía ha culminado con éxito las gestiones para captar fondos europeos y paliar el daño provocado en El Camp de Morvedre por el cierre de la empresa Bosal, de componentes para la automoción, declarada en quiebra hace más de año y medio.
Fuentes consultadas en el Ministerio de Hacienda confirman que los trabajos realizados por la conselleria que dirige Rafa Climent a través del Servef, han obtenido el visto bueno de Europa.
Está previsto que la segunda semana de noviembre responderá positivamente a la consecución de un plan específico para la comarca del Camp de Morvedre que les permite acogerse al Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG).
En cuanto al importe, se trata de 1,6 millones de euros para la comarca, aunque buena parte de los fondos podrán ser utilizados por los extrabajadores de Bosal.
La Conselleria de Economía fue uno de los organismos que recibió al comité de empresa, que tras el cierre de la planta se movilizaron para pedir ayuda en todas las instancias. El concurso voluntario de acreedores solicitado por la empresa en diciembre de 2014, en plenas fiestas de Navidad, cayó como una bomba en la comarca los primeros días de enero: 222 trabajadores se veían en la calle tras un trayectoria de tres décadas al calor de la Reconversión industrial.
Comenzaba una lucha que llegó hasta el Congreso, reuniéndose con todos los partidos y llegando hasta el presidente del Gobierno. Tras esa ronda de contactos, el conseller Climent solicitó formalmente a la Unión Europea que los extrabajadores de la empresa Bosal recibieran estas ayudas en busca de una nueva oportunidad.
El importe se destinará a la reinserción de los trabajadores en el mercado laboral a través de acciones formativas, ayudas para la orientación y seguimiento personalizado.
Grave impacto
Según explicaban hace unos meses, los trabajadores de la empresa podrán recibir hasta 1.600.000 euros entre 2016 y 2017, un 40 % de los cuales financiará la Generalitat junto con el Fondo Social Europeo, según un comunicado del Gobierno valenciano. El Consell ha basado la petición a la Unión Europea en el «grave impacto que ha tenido el cierre en la economía local y en el sector».
Este anuncio sirve para aliviar la situación de muchos de los extrabajadores de Bosal, que a lo largo de los meses han ido perdiendo la confianza en las administraciones y las muchas promesas que les dedicaron durante la época en la que más se recrudeció el conflicto.
Mientras, por estas fechas está previsto que se retome el juicio contra la multinacional tras la querella presentada por CC OO. El procedimiento, que ha estado paralizado desde principios de julio, está pendiente de la declaración como testigo el administrador concursal, mientras que también tiene que comparecer el presidente de la compañía en Bélgica y el administrador único, a quienes se les tradujo todo el expediente y se espera que ofrezcan su versión del cierre de la planta de Sagunt ya sea presencialmente o a través de una declaración por escrito.
