La parroquia de Benavites ha roto su silencio sobre la polémica que el pasado mes de mayo llevó al ayuntamiento a romper sus relaciones con ella hasta que el sacerdote Francisco Llorens estuviera a cargo de ella, según acordó entonces el pleno municipal de forma unánime.

El detonante de aquello, como informó Levante-EMV, fueron las afirmaciones realizadas por Llorens en una misa en las que atribuía que las campanas hubieran dejado de funcionar al modo en que se había ejecutado la reforma de la instalación eléctrica; una obra acabada en junio del año 2011 y subvencionada por la Diputación de Valencia con 20.000 ?, como se recogió en su día en el Diario Oficial.

El consejo pastoral y el de Economía de la parroquia emitieron ayer un comunicado donde reconocieron haber pedido diversos informes en los últimos meses sobre el estado de la instalación y aseguraban que «todos ellos y las distintas investigaciones dan la razón a nuestro párroco».

En concreto, apuntaban que «los informes de los electricistas, empresa de mantenimiento e Ingeniero Industrial, indican que la instalación eléctrica para la que se obtuvo una subvención de 20.000 ? por parte de la Diputación Valencia, se realizó sin ningún proyecto y no cumplió los objetivos de sustituir la instalación por otra nueva adecuada a la normativa». A ello agregan que «el informe de la revisión de la instalación concluye que según el REBT, sus instalaciones eléctricas presentan defectos calificados como "muy graves", y se debe de dejar sin servicio las instalaciones"»; si bien el párroco precisó luego a preguntas de este diario que, para poder mantener en uso el templo, se habían gastado más de 200 ? en una instalar un toma de tierra y tenían previsto pedir un préstamo para renovar toda la instalación.

No acaban ahí sus referencias a supuestas irregularidades pues sostienen que «lo reflejado en la certificación y las facturas no corresponde con lo instalado y que los pagos a la empresa instaladora no podemos cuadrarlos», decían tras matizar que «el informe sobre el estado de la instalación, realizado por el Ingeniero Industrial, ha sido Visado por el colegio de ingenieros industriales y cuenta con su debida certificación».

Además, aseguraban tener «informes que reflejan que la instalación no fue hecha de manera completa tal y como expresan las informaciones presentadas ante la diputación» Aún así afirman que el consejo «ha decidido, a propuesta de nuestro párroco, no denunciar a la empresa ejecutora, y acometer a coste de la parroquia una instalación nueva que sea segura y se acople a la legislación actual vigente».

Respecto a las palabras del párroco que desencadenaron la polémica en primavera, apuntan que éste «nunca» las pronunció «en ninguna homilía» sino «al final de la misa, antes del "Podéis ir en paz", según establecen las normas litúrgicas» y precisaban que criticó la ejecución, no la adjudicacón. También mostraron «su apoyo y su agradecimiento» a Llorens «por su valentía y su buen hacer» y resaltaban que «siempre se mantiene y se ha mantenido fiel a la doctrina de la Iglesia, y en ningún momento ha hecho o dicho algo que vaya en detrimento de ella».