El arquitecto Carmel Gradolí, encargado de diseñar la nueva Gerencia de Altos Hornos del Mediterráneo, se ha mostrado contario a edificar en ella, pese a los derechos para construir que reviste la zona de casi 13.000 m2 edificables. «Yo no soy partidario, pero si hay que edificar habrá que hacerlo de la forma «menos dañina» para el entorno», afirmó en el último consejo asesor de Patrimonio.
Como mucho, el coautor de la premiada rehabilitación del Horno Alto de Sagunt propone trasladar la edificabilidad a los bordes de la Gerencia, para no afectar al conjunto y cuando ésta quiera consolidarse, dijo, ya tendremos unas pastillas de suelo preparadas para hacerlo.
Gradolí dejó muy claro que su proyecto tenderá a recuperar la Gerencia como «parque urbano», de ahí su oposición a construir. Para ello ve necesario dotarlo de todas las instalaciones que requiere como tal: Alumbrado, servicio de riego, red de alcantarillado...«pero habrá que hacerlo con el menor impacto posible, sin destrozar», señaló
En cuanto a los usos, el arquitecto defendió la participación ciudadana en este capítulo, porque es una forma de garantizar el éxito del proyecto, además de que es una fórmula legal, añadió. A este respecto sí que matizó que los edificios deberían mantener la esencia para lo que fueron construidos y sus características estructurales y técnicas.
Atendiendo a la coyuntura económica actual recomendó al ayuntamiento que tuviera «imaginación», ya que «no estamos en la época de açò ho pague jo».
Gradolí no es partidario de actuaciones faraónicas como la de la Ciudad de las Artes Escénicas que propuso el Partido Popular y que él mismo criticó. Apuesta más por una intervención sencilla, que mantenga la esencia de lo que fue la Gerencia en su época adaptada ahora a las necesidades de la ciudad y a sus demandas ciudadanas.
En el caso de los chalés, Gradolí se decanta porque tengan un uso residencial; albergue, residencia de estudiantes e incluso abría la posibilidad a un uso administrativo.
Para las oficinas de AHM, su apuesta es seguir manteniéndolas para uso administrativo, para lo que fueron creadas en su origen,
Del Casino, consideró que «hay que rehabilitarlo para usos recreativos» e incluso lanzó la sugerencia de que la parte de arriba se pudiera convertir en un hostal.
En cuanto al antiguo economato, «es el más difícil de encontrar un uso», argumentó; por su tamaño y porque sirvió de almacén y cooperativa, un uso que no tiene cabida en el nuevo concepto de Gerencia en la que trabaja Gradolí. Sin embargo, puso encima de la mesa algunas ideas como una escuela de danza, de teatro o de música.
Las ideas que fue desganando Gradolí provocaron la reacción inmediata del concejal de Cultura, José Manuel Tarazona, quien pidió una reflexión sobre el proyecto, apuntando el término «sostenible». Tarazona solicitó que la iniciativa tuviera en cuenta el gasto de mantenimiento que podía acarrear, poniendo como ejemplo conserjes, jardineros, entre otro personal de mantenimiento que supondría un importante gasto en las arcas municipales
El principal objetivo de este arquitecto es «preservar la Gerencia» y la mejor forma de hacerlo es «dándole un uso».
Gradolí no escatimó en halagos para describir la Gerencia, «una ciudad jardín única en nuestro país con un valor patrimonial enorme», argumentó.
Valores de la Gerencia
Destacó su importancia urbanística, puesto que fue diseñada con «vocación de integración en la trama urbana», además de dotarla de amplias zonas verdes con el propósito de «darle una calidad ambiental al espacio».
También habló de su valor medioambiental. Por un lado, del aspecto botánico, «con gran cantidad de especies protegidas y de interés. Además de un microclima de gran valor», que la convierten en el pulmón verde del Port de Sagunt.
El proyecto de Gradolí no quedará concretado hasta que no se presente el estudio sociológico en el que está trabajando, Julio Bodí, y que recogerá un diagnóstico de los usos que deberá tener la Gerencia. En función de estos, el arquitecto realizará un estudio de detalle y finalmente un plan director, que deberá aprobar la corporación.
El consejo asesor de Patrimonio contó con la presencia de representantes de distintas asociaciones como Col.lectiu pel Patrimoni, Grup d'Estudis, Voluntaris pel patrimoni, asociaciones vecinales y Campaners entre otros, ademas de la arqueóloga municipal y la directora del museo.
En cuanto a representación política sólo asistieron el portavoz del PP y los concejales de Patrimonio y Cultura; ni EU, IP, PSPV ni C's acudieron a la cita pese a la invitación realizada, según el edil de Patrimonio, Pablo Abelleira.
