El juzgado de lo Mercantil número 3 de Valencia juzga el próximo jueves si la dirección de la empresa Bosal de Sagunt, dedicada a la fabricación de tubos de escape y perteneciente a un grupo belga, descapitalizó la compañía dos años antes de cerrarla.

Según ha informado el sindicato Comisiones Obreras (CC OO) en un comunicado, a este juicio está citado «y ha confirmado su presencia» el administrador único de esta multinacional, Johannes Petrus Francoise Van Boesschoten.

El presidente del comité de empresa, Antonio González, ha explicado a la agencia Efe que la empresa cerró en enero de 2015 pero «dos años antes vendió sus activos de producción y un almacén que la compañía tenía en Madrid por 4,9 millones de euros».

En caso de que se considere que los responsables de Bosal descapitalizaron la empresa de forma intencionada antes de su venta para evitar, entre otras cosas, responder por las indemnizaciones a los trabajadores y derivarlas al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), los beneficios de la venta de activos deberían regresar a la empresa y ser considerados masa salarial activa.

En consecuencia, esos cerca de cinco millones de euros deberían repartirse entre los acreedores, entre los que se encuentran los extrabajadores, según han confirmado las mismas fuentes.

El proceso de cierre de la empresa afectó a 222 trabajadores de la compañía.