Cruz Roja ha puesto en marcha en Camp de Morvedre un nuevo proyecto de Terapia Asistida por Perros, que une al animal y al voluntariado en la ayuda a los colectivos más vulnerables.

En España hay muchas personas que sufren a diario soledad y aislamiento, ya sean mayores o niños y niñas con dificultad para relacionarse. Desde Cruz Roja, se ha puesto en marcha durante los últimos meses el proyecto de Terapia Asistida por Perros" (T.A.P.) en Camp de Morvedre con el fin de mejorar y facilitar la vida de estas personas. Se trata de un servicio que une al animal y al voluntariado en un proyecto pionero que ayuda a diferentes colectivos: personas mayores, personas con movilidad reducida, menores con necesidades educativas especiales, etc.

El aislamiento es un problema social que afecta a una gran parte de personas mayores que con la llegada del envejecimiento acuden a centros de día o residencias. Al mismo tiempo, existen cada vez más niños con problemas para relacionarse con los demás. Es habitual encontrar en los recreos de los colegios a menores jugando solos porque no saben cómo actuar ante sus amigos de clase.

Por todo esto, Cruz Roja ha iniciado recientemente una actividad en la que un perro llamado Tango visita semanalmente a personas mayores y menores proporcionándoles beneficios psicoafectivos, como cariño y alegría. También les aporta beneficios físicos con la mejora de las habilidades de la persona, aumento de la actividad física, y apoyo en la rehabilitación de personas con movilidad reducida.

La labor de Cruz Roja consiste sobre todo, en asegurar la educación del animal y cubrir sus necesidades, tales como alimentación,

cuidados veterinarios o desplazamiento. El voluntariado de la Delegación Comarcal está volcado en los cuidados del perro.

Tango, el perro que roba sonrisas

Tango visita cada semana a los usuarios y usuarias del programa de dependencia de la Institución en la comarca de Camp de Morvedre. Se trata fundamentalmente de mayores alojados en residencias, que esperan al animal para entretenerse y recibir su cariño. Además, Tango favorece la integración de las personas más introvertidas y sienten su presencia como algo especial. De esta forma, la actuación de Cruz Roja aumenta la autoestima de los residentes y mejora las relaciones sociales.

El adiestramiento del perro ha hecho posible que también el colectivo infantil pueda beneficiarse de su presencia. Por ello, Tango también interviene puntualmente con niños y niñas con necesidades educativas especiales. Su presencia ha permitido afianzar la integración de los pequeños con el resto de sus compañeros y compañeras.