Fue abandonado hace 5 años en el Port de Sagunt, con signos claros de haber sido maltratado. Sin embargo, la confianza que depositaron en él los voluntarios de Cruz Roja de El Camp de Morvedre ha permitido que este perro rebautizado como «Tango» sea ahora una pieza clave en un novedoso programa de terapia, tanto con niños como con personas mayores.

La experiencia, según explicaban desde la asamblea comarcal de Cruz Roja, está siendo un éxito en todas las sesiones en las que «Tango» participa junto a algún voluntario. Por ello, a nivel provincial, la organización no descarta extenderlo si los resultados positivos se confirman.

Tras un proceso de reeducación, el perro se ha convertido en un claro aliciente para conseguir que muchos mayores salgan de su aislamiento y respondan a la estimulación cognitiva. Por ejemplo, si aciertan una adivinanza, pueden acariciarlo o darle de comer. Esto consigue arrancar numerosas sonrisas, favorecer la integración y motivar incluso a los ancianos más apáticos. «Les aporta alegría y cariño, les permite reducir la sensación de soledad y abrirse a los demás», explicaban desde Cruz Roja en declaraciones a Levante-EMV.

Otra ventaja con este colectivo es que «Tango» les anima a hacer ciertos esfuerzos físicos y a prevenir así el deterioro de la motricidad. Incluso apoya en la rehabilitación de personas con movilidad reducida.

Este proyecto de «Terapia Asistida por Perros» (T.A.P.) que, según aseguraban desde la organización «es pionero», incluye una visita semanal a una residencia de ancianos de Canet d' En Berenguer que se suele prolongar durante una hora y media. La sesión está dirigida por un profesional del centro y «Tango» siempre acude con un voluntario. El pasado verano, el proyecto incluso se pudo ampliar a otro centro de esta localidad, al aumentar la cifra de personas que podían dedicar su tiempo a Cruz Roja, y de forma esporádica se ha llevado a cabo también en instalaciones de Quartell. En todos los casos, el balance no podía ser mejor.

Apoyo a los menores

Además de desplazarse, «Tango» también es un claro apoyo en la misma sede que la ONG posee en el Port de Sagunt, concretamente, en el «Curso de Éxito Escolar» que se realiza desde hace tiempo para ayudar a niños con necesidades educativas especiales.

Allí, el perro ha sido fundamental para mejorar la comunicación, afianzar la integración y superar complejos. «Ha facilitado mucho que los chavales se sintieran bien y que los voluntarios se ganaran su confianza. Eso es muy importante, pues a partir de ahí muchos han llegado a compartir preocupaciones que, de otra manera, difícilmente hubieran exteriorizado», comentaban desde Cruz Roja, además de incidir en que este programa no sólo permite un refuerzo a nivel educativo sino también una educación en valores y una atención a problemas pisco-familiares. «Es una fuente de alegría allí por donde va. Por eso los voluntarios están volcados con los cuidados del perro y pensamos que ha sido un acierto impulsar la terapia con él», resumían.