Ciudadanos ha sido el primer partido en abrir públicamente la puerta al tripartito de Sagunt para la negociación del presupuesto de 2017, aunque lo ha hecho con unas condiciones que parecen difíciles de asumir. Y es que esta «mano tendida» de Raúl Castillo esta supeditada a la «condición indispensable» de que antes de sentarse a hablar «se zanje definitivamente el conflicto con Lafarge para dar estabilidad a los puestos de trabajo».

Pero este no es el único requisito para que Ciudadanos aporte al gobierno de Sagunt el voto que necesita para dar luz verde a las cuentas, una aprobación por la que aboga para «dar estabilidad jurídica, especialmente a los funcionarios. Así, el portavoz de la formación naranja también señala otras «peticiones» como la reorganización de la plantilla municipal para paliar los «problemas de eficiencia de los funcionarios y las carencias de personal en muchas áreas, como la policía local».

Cambios en el gobierno

Ya en el capítulo de las exigencias, C's señala la rebaja del 40 % en los gastos de alcaldía y liberados, al considerar que el gobierno local «está claramente sobredimensionado y es un coladero de gasto innecesario y superfluo, al tiempo que ha quedado demostrado en otros gobiernos que se puede hacer más con menos». Además, Castillo incluye entre las reivindicaciones para avalar las cuentas que «se ejecuten las mociones aprobadas, se reorienten algunas inversiones y se sustituyan a algunas personas del equipo de gobierno».

El PP también se ha posicionado frente al proyecto presupuestario del tripartito, que ha pronosticado que «está abocado al déficit por su conjunto de ingresos imaginarios». Los populares señalan también que las previsiones del gobierno «llevan camino de arruinar a la ciudad», al contemplar unos 15 millones de euros más tanto en los ingresos como en los gastos, respecto a la última propuesta presupuestaria del PP que se presentó en 2014.

Con el principal pecado de «sumar primero los gastos y luego confeccionar unos ingresos que les den cobertura», los populares tildan al equipo compuesto por Compromís, EU y ADN Morvedre como «confiscatorio contras las personas, tanto vecinos como sectores productivos; una apisonadora recaudatoria».

Entre los ejemplos para justificar estas palabras, el principal partido de la oposición en Sagunt señala que «la liquidación de 2015 refleja unos ingresos por impuestos y tasas 4 millones inferior a la prevista por el tripartito para el año que viene», mientras que por el impuesto de construcciones «esperan recaudar 2 millones, cuando el año pasado no se llegó a 400.000».