La operación realizada por la Guardia Civil de Sagunt en la que intervino 98 botes de tintas en varios establecimientos dedicados a hacer tatuajes ha generado gran inquietud entre muchos clientes de establecimientos de este tipo, al difundirse que los agentes habían hallado esos productos que en España están declarados «un riesgo para la salud al contener tintes azoicos que liberan aminas aromáticas clasificadas como sustancias cancerígenas», según explicó la misma Benemérita.
Tras darse a conocer la noticia, tanto Levante-EMV como la misma Guardia Civil recibieron llamadas telefónicas de personas que ahora temen por si fueron tatuados con ellas, las consecuencias que eso pueda tener y qué hacer. «Estamos angustiados por si nos han tatuado con tinta cancerígena. Está nuestra salud por enmedio y no sabemos ni de qué se trata, ni cómo actuar», decía una joven del Port de Sagunt en declaraciones a este diario.
«Nos deberían informar antes de si llevan sustancias cancerígenas, y cada uno que decida, como ocurre con el tabaco», decía otra mujer del Port, que admitió «haberse asustado un poco» al reconocer los tintes que le puso su tatuador en la foto de las sustancias intervenidas. «Me he informado y me han dicho que esté tranquila porque no es un producto de baja calidad que hayan utilizado para ahorrar costes, sino que es algo que se usa en ferias muy reconocidas de otros países y pero que aquí, no está homologada», añadía.
Fuentes de la Guardia Civil confirmaron ayer que los 98 botes de tinte fueron encontrados en cuatro establecimientos de Sagunt. Aunque no concretaron las marcas ni su procedencia, aseguraron que uno de los productos es muy utilizado para hacer tatuajes a personas en otro país europeo, a pesar de que en España no esté permitido para ello.
Posible sanción
Los cuatro locales se enfrentan ahora a una posible sanción administrativa por tener productos «con tintes azoicos que liberan aminas aromáticas clasificadas como sustancias cancerígenas», según explican desde la Guardia Civil, y que «no tienen autorización de la Agencia Española de Medicamentos y productos sanitarios para su comercialización en España», añadían.
Al no sorprender a ningún tatuador utilizando esos tintes con personas, los agentes no les llegaron a acusar de un delito, como apuntaban desde la Benemérita.
No obstante, sí se intervinieron e inmovilizaron esos botes en los establecimientos, dejándolos a disposición de las autoridades sanitarias de la Generalitat Valenciana. Aún así, quien decidirá al final será la Insección Sanitaria del Ayuntamiento de Sagunt, según explicaron ayer desde la Conselleria de Sanidad a preguntas este diario. «Al ser centros estéticos, es el ayuntamiento el competente».
