El tripartito de Sagunt sigue sin encontrar el apoyo que necesita para dar el visto bueno al presupuesto municipal para el próximo ejercicio. La principal esperanza sigue siendo el PSPV, del que la concejala de Hacienda, Teresa Garcia, considera «incomprensible» que votara en contra a la hora de dictaminar las cuentas en la comisión.

La nacionalista añade que «una negativa a unos presupuestos sociales y equilibrados no sería comprensible por la ciudadanía y es el punto de partida para avanzar en la incorporación al gobierno, que, al menos desde Compromís, deseamos para reproducir el pacto del Botànic en nuestra ciudad».

En cualquier caso, el tripartito se ha ofrecido una prórroga de una semana con respecto a los planes previstos, ya que la intención era celebrar el pleno extraordinario el próximo lunes pero se dejará para la siguiente semana, con el objetivo de convocar otro par de comisiones de Hacienda que sirve para obtener el voto que necesita para dar luz verde a las primeras cuentas municipales desde 2009.

Pero más allá de la necesidad de renovar el presupuesto, Garcia defiende su propuesta sobre la base de que «el informe de intervención avala que las cuentas son equilibradas y sostenibles financieramente». Además, sostiene que cumple los requerimientos de las leyes de Haciendas Locales, Estabilidad Presupuestaria y Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local.

A la hora de dar las explicaciones más técnicas del presupuesto, la concejala de Hacienda señala que «asciende a 73,3 millones de euros, de los cuales 1,6 serán gestionados por el Consell Agrari, y 12,6 por la SAG. El 32 % de ese gasto —añade— corresponde a personal y el 36 % al gasto corriente, donde casi la mitad responde a las transferencias de la SAG, y un 15 % aproximadamente a inversiones. Los ingresos vienen en un 45 % de los impuestos directos y un 22% de las transferencias de otras entidades y 7 millones de euros de un crédito para inversiones».

Otro punto reclamado desde la oposición se refiere al techo de gasto que se sitúa en 58,4 millones de euros para los no financieros. «Se sitúa 5 millones por debajo del gasto proyectado en presupuesto con lo cual, esta perspectiva conservadora, permite controlar la ejecución con las precauciones necesarias», según explica Teresa García.

De esta forma «tenemos un alto margen de maniobra en cuanto a la recaudación de ingresos, puesto que podremos evaluar de forma correcta el grado de ejecución del presupuesto, marcando el límite de gasto, superando al fin las prórrogas continuadas y con capacidad para generar superávit. También cumplimos así las exigencias que ha hecho la oposición en materia de ingresos».