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La demanda de armas para la Guardia Rural se intensifica en Sagunt

UGT defiende su uso ante «la indefensión del cuerpo», mientras CC OO cuestiona las consecuencias

La demanda de armas de fuego para la Guardia Rural de Sagunt se intensifica tras la muerte de dos agentes en Lleida durante un control rutinario a un cazador en el coto de caza de Aspa.

El debate sobre la necesidad de portarlas o no se ha vuelto a reabrir tras el suceso, ya que mientras unos consideran que sin ellas los agentes se encuentran en una «indefensión continua», como es el caso del sindicato UGT o incluso la mayoría de agentes del cuerpo, otros tienen dudas al valorar las consecuencias que podría acarrear su uso, como CC OO.

El responsable de Administración local y Servicios a la ciudadanía de la intercomarcal de UGT, Francesc Cabrera, asegura que desde su sindicato «vamos a seguir luchando para que la Guardia Rural de Sagunt pueda disponer de armas tal y como permite la legislación».

Sin embargo, no son de la misma opinión en el otro sindicato mayoritario en la comarca, CC OO, desde donde se considera que «hay que abrir un debate más profundo, dado que el portar armas implica el poder utilizarlas», por lo que no se tiene una posición clara al respecto, según explicaba el Delegado federal de la FSC-CC OO-PV, Juan Calomarde.

En cuanto a la plantilla de guardias rurales, la mayoría sigue demandando armas desde hace más de 15 años dada «la peligrosidad de algunos servicios que realizamos», afirmaban varios agentes a Levante -EMV, como son evitar los robos en el campos.

Los agentes dejaron de portar armas en los 90 tras la extinción de las cámaras agrarias, en ese caso, se trataba de armas largas; para algunos «poco operativas».

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