La robótica se apunta como una sólida herramienta para ayudar a familiares y profesionales dedicados a personas con algún trastorno del espectro autista. El colegio de Educación Especial Sant Cristòfol de Sagunt ya ha dado cuenta de ello, pues participa en un novedoso proyecto junto a otros centros, bajo la coordinación de la Universitat de València.
Las personas que viven esta realidad han encontrado muchas posibilidades con la llegada de las aplicaciones informáticas. No obstante, aquello que en principio se percibía como una puerta más a la mejora de la calidad de vida tanto de las personas autistas como de su entorno, en muchas ocasiones deviene hostil y complejo pues la cantidad de aplicaciones que existen en el mercado confunden sobre cuál es más útil en cada caso.
Ante esto, el Institut de Robòtica i Tecnologies de la Informació i la Comunicació (IRTIC) de la Universitat de València impulsó el proyecto Smart-ASD. Desde el Parc Científic de la UV se coordina, este Proyecto Erasmus + financiado por la Unión Europea con 250.000 euros. El principal objetivo de esta iniciativa es «el desarrollo y la evaluación experimental de software, así como el establecimiento de protocolos de apoyo a profesionales y familiares implicados en la educación de niños con dificultades de aprendizaje, que son quienes aprenderán a determinar las soluciones tecnológicas más adecuadas en cada caso».
Filtro de necesidades
«Con esta propuesta tecnológica conseguimos filtrar la necesidad y adecuar la APP ideal para nuestros hijos o alumnos. Las habilidades tecnológicas de un niño pueden venir determinadas por sus habilidades manipulativas, comunicativas u otros aspectos que logramos tener en cuenta gracias a esta nueva herramienta. Con ello acotamos muchísimo la aplicación útil para cada caso», afirma Emilia Oma Bondjale, de la Fundación Mira´m de Valencia.
«Buscar una APP apropiada para cada persona es un verdadero laberinto. Contar con este instrumento de evaluación que, tras un protocolo nos permita reducir las posibilidades y acercarnos más a las necesidades específicas de nuestros hijos, es un avance fundamental», apuntan desde el CEE Sant Cristòfol de Sagunt.
Este proyecto que pretende facilitar el aprendizaje a personas con transtorno del espectro autista y otras dificultades del aprendizaje cuenta con numerosos socios implicados como Autismo Burgos desde el Colegio Alba; las universidades de Konya en Turquía o la University of Bath en Reino Unido junto a otras fundaciones que han constatado ya el avance que supone esta nueva tecnología.
«Como padres nos beneficiamos de este proyecto porque esta herramienta permite evaluar las necesidades de nuestros hijos y nos aporta soporte tecnológico apropiado a su nivel», comentan familiares implicados con esta iniciativa. No obstante Smart-ASD puede convertirse también en un instrumento fundamental para los docentes que trabajan con autistas o personas con dificultades de aprendizaje, ya que con esta evaluación que se realiza del estudiante, su entorno y sus características se nos proponen múltiples soportes tecnológicos apropiados para ello.
Curso «on line»
Por su parte, desde el Centro de Formación, Innovación y Recursos Educativos (Cefire) de Valencia se ha trabajado intensamente junto a la Universidad de Bath en la consolidación de un curso on line, Massive Open Online Course (MOOC), para familias, maestros y cuidadores que viven y trabajan con personas que tienen autismo. Una posibilidad más que desde el Cefire se impulsa para intentar mejorar la vida de estos estudiantes y sus familias. Con un enfoque de aprendizaje basado en escenarios para apoyar, guiar y compartir historias y experiencias de padres y expertos en el campo, el MOOC se perfila como una herramienta rica para los docentes que conviven diariamente con este alumnado.
El Erasmus + Smart-ASD finalizará en septiembre de 2017. Tras las pruebas y el desarrollo del curso on line, tanto las familias como los profesionales de la educación contarán con el instrumento apropiado para individualizar al máximo las aplicaciones móviles que pueden facilitar aprendizajes, comunicación y en definitiva crecimiento de las personas con dificultad. Una llave más que Europa ofrece a su ciudadanía.
