El centenario «Cactus del Perú» que cayó esta semana en Gilet a raíz del fuerte viento será analizado por expertos de la Diputación de Valencia y de la Conselleria con tal de determinar si hay posibilidades de replantarlo en el mismo lugar donde ha crecido todo este tiempo: El claustro del monasterio de Sant Esperit.

Así lo aseguró ayer el alcalde, Salva Costa, al visitar el convento. «Queremos ver si es posible mantenerlo con vida, dado que es uno de los emblemas del monasterio», decía a Levante-EMV.

Este gesto fue muy bien recibido en el monasterio, como confirmaba a este diario el padre guardián, Fernando Hueso. «Nos ha dicho que no lo toquemos hasta que vengan los especialistas y digan qué es mejor hacer. Nosotros encantados si es posible mantenerlo porque es todo un icono de este lugar. Habíamos hablado con el Botánico por si les interesaba intentar replantar algún brazo del tronco, pero nos han dicho que ya tenían de esa variedad», comentaba. Hueso, sin embargo, no ocultaba su temor a que la operación pueda ser complicada por las dimensiones del claustro. «Aquí no es fácil meter una grúa, ni una excavadora y el tronco debe pesar muchísimo», apuntaba.

En cuanto a si el consistorio ayudaría a costear los gastos que esto pudiera generar, el alcalde apuntaba que «de momento apoya en toda la gestión», pero remarcaba lo excepcional del cactus, «que siempre ha llamado mucho la atención, al igual que el rosal sin espinas que crece allí».