«Parece ser que algunos ciudadanos piensan que pueden hacer lo que les da la gana y poner en peligro la seguridad de los vecinos, cosa que a mí no me parece una actitud demasiado constructiva ni demasiado civilizada». Así responde el alcalde de Sagunt, Quico Fernández, a las innumerables quejas que ha recibido el consistorio desde que hace una semana iniciara una campaña de control de velocidad en vías urbanas.

El nacionalista añade que el ayuntamiento «tiene la obligación de colaborar en las campañas que desde la Dirección General de Tráfico se llevan a cabo en todo el Estado. Los conductores —prosigue Fernández— tienen que concienciarse de la necesidad de limitar la velocidad y de respetar las normas de tráfico».

Según aseguran fuentes municipales, esta campaña «también está siendo bien recibida por gran parte de la ciudadanía, que entiende la obligación que tiene el ayuntamiento de regular la convivencia entre todos, viandantes y conductores, y de dar prioridad a la seguridad de los peatones». Fernández asegura no entender que alguien pueda pensar que detrás de esta medida hay un afán recaudatorio, ya que es «absolutamente ridículo».

El nacionalista también recuerda que entre las medidas para mejorar la seguridad vial también hay iniciativas como el control de sistemas de retención infantil, de transporte escolar, de cinturones de seguridad, de prevención de la conducción bajo los efectos del alcohol y drogas, entre otras.