Debía llevar décadas envuelta en plásticos y escondida en el muro de una casa de Sagunt, con su explosivo activo y listo para estallar si era accionado. Sin embargo, por fortuna, el sorpresivo hallazgo de esta granada no vino acompañado de ninguna explosión. «Hemos tenido suerte porque el albañil detectó un bulto al evaluar el muro y, aunque era como un paquete atado con cuerdas, enseguida se dio cuenta de que dentro había un explosivo, por lo que lo apartó con cuidado. Si llegan a estar picando algo, ¡a saber lo que hubiera pasado!», explicaba el dueño del inmueble en declaraciones a Levante-EMV.

La sorpresa se produjo el pasado lunes, sobre las 11.15 horas, en una planta baja de la calle Mossèn Gaspar Batalla que está en obras desde el pasado mes de octubre. «Era el primer día que trabajaban en el patio y se encontraron con la granada», añadía el propietario.

En cuanto los operarios la descubrieron, le avisaron y él a su vez dio la alerta a la Policía Local. Tras confirmar lo que ocurría, patrullas de la Policía Nacional acudieron y dieron aviso a los artificieros para que se la llevaran. El hallazgo hizo paralizar los trabajos y desalojar la casa hasta que finalmente los especialistas se llevaron la granada sobre las 16.30 horas.

Según fuentes policiales, por la espoleta puede ser una granada de piña polaca o una cilíndrica tipo Ferrobellum. «Tiene la anilla y el cuerpo de espoleta de plomo. Conserva la palanca y los pasadores, y probablemente el explosivo, aunque en mal estado», aseguraban desde el ayuntamiento.

El dueño del inmueble afirmaba, no obstante, que los especialistas le dijeron que todavía tenía la carga activa. Por ello, reconocía que «ya en frío», le llegó «el susto por lo que podía haber pasado». Además, aseguraba que ni él ni su familia se explican quién pudo guardar ahí esa granada. «Allí vivían los padres de mi mujer, pero igual eso estaba ya en la casa cuando ellos la compraron. Pensaban que sería como mínimo de la Guerra Civil, pero no sé quién pudo esconderla allí. ¡Menos mal que el albañil se dio cuenta enseguida de lo que era!», agregaba sin explicarse lo ocurrido.

Escondite deliberado

Algunos de los testigos del hallazgo se aventuraban a explicar que el lugar donde apareció y su envoltura «hacen sospechar que alguien la escondió allí de forma deliberada, aunque no podamos imaginar con qué objetivo. Además no parece que fuera en la época justo posterior a la guerra, por el tipo de plástico que se utilizó para ocultar la granada».

Desde la policía nacional siempre se recomienda en casos similares que se avise de inmediato a las fuerzas de seguridad para que sean expertos en explosivos quienes intervengan.