El PP de Sagunt no descarta tomar «algún tipo de acción» contra el alcalde, Quico Fernández, después de que el nacionalista expulsara a tres de sus concejales del último pleno municipal. El portavoz popular, Sergio Muniesa, ha ido más allá en su valoración de la actuación del presidente de la corporación local al censurar su «abuso de autoridad» y «tiranía», que se tradujo en «un record de la antidemocracia, al expulsar del pleno a un concejal por primera en 20 años».

Esta polémica, que ha llegado a las redes sociales a través de un video de la secuencia, se originó cuando Fernández llamó «impertinente» a Maribel Sáez, quien quiso tomar la palabra para defenderse ante lo que consideró una falta de respeto. El alcalde le negó entonces el uso de la palabra sin que la popular abandonara el atril, así que en una rápida cuenta de tres advertencias le comunicó que estaba expulsada.

El portavoz del grupo popular, Sergio Muniesa, reaccionó rápido en la defensa de su compañera y se dirigió hacia el micrófono con el mismo resultado que Sáez, una expulsión que se repitió por tercera vez con Davinia Bono. Las dos concejalas del PP que seguían sentadas, Concha Peláez y Laura Casans, no tardaron en secundar al resto del grupo popular y abandonar la sesión.

En una nota remitida desde la dirección provincial de los populares, Muniesa exige al alcalde una «rectificación pública», además de «la toma en consideración de las mociones plenarias de los populares», que fueron rechazadas en una votación sin debate, pero cuyo resultado hubiera sido también negativo con la presencia de los cinco representantes del principal partido de la oposición.

«Repúblicas bananeras»

Muniesa insiste en que la actitud de Fernández «es más propia de repúblicas bananeras que de sistemas democráticos», al tiempo que lamenta que este capítulo no sea algo aislado, ya que «las descalificaciones, los insultos y las faltas de respeto son la norma en los plenos».