? Las consecuencias del episodio que especialmente dos de las víctimas vivieron en Sagunt seguían sin remitir al emitirse la sentencia condenatoria, más de un año después de los hechos. El más afectado sufrió sendas contusiones sobre la oreja, con perforación timpánica, y en la cara, que provocó la rotura de una muela que precisó reconstrucción. Más golpes y heridas en antebrazos, abdomen y planta de pie completaron estos efectos físicos, que requirieron 14 días para sanar, todos ellos impeditivos. Pero las secuelas más graves son de tipo psicológico, al padecer un trastorno por estrés postraumático pendiente de remisión. Otra de las víctimas está en una situación similar desde el punto de vista anímico, mientras la tercera sufrió una crisis de ansiedad y el agravamiento de una arritmia cardíaca.