La comarca dijo ayer adiós a las Fallas más concurridas de los últimos años en los dos núcleos de Sagunt, según las primeras estimaciones del consistorio. La coincidencia de la fiesta con un fin de semana festivo en Madrid atrajo a cientos de visitantes, llenó los hoteles y algunos bares notaron un incremento de facturación situado entre el 15 y el 20% respecto al año anterior, como apuntaba la edil de Turismo, la socialista Natalia Antonino.

La afluencia de público a las ofrendas, a la cremà y a las verbenas también fue masiva, como reconocían desde la Federación Junta Fallera de Sagunt, además de destacar el esfuerzo realizado por muchas comisiones para lograr consolidar la oferta de ocio nocturna, favorecer el consumo en bares y restaurantes de la ciudad, así como evitar desplazamientos a València para quien quiera divertirse.

En el plano negativo, lo más destacado han sido los actos vandálicos registrados en las fallas Teodoro Llorente y Eduardo Merello del Port de Sagunt, pues la primera sufrió la rotura de un ninot y la segunda, de parte de la decoración de la calle. A nivel policial, la tranquilidad ha sido la nota predominante, si bien el incivismo ha vuelto a dejar numerosas calles con malos olores y manchas de orín, pese a que los servicios de limpieza se reforzaron durante la noche de la cremà. Esto, unido al trabajo extra generado por la instalación de carpas, incrementará el trabajo de los operarios durante los próximos días pues los esfuerzos durante la noche de la cremà se centraron en recoger las toneladas de cenizas que dejaron los monumentos y que se dieron por retiradas a las 10 de la mañana de ayer, según fuentes municipales.

Apenas siete horas antes aproximadamente había concluido la cremà de las primeras Fallas declaradas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

El adiós a la fiesta, de hecho, acabó más pronto que en años anteriores pese a que no faltaron ligeros retrasos; todo ello, en una noche especialmente ajetreada para los bomberos pero donde Protección Civil también colaboró al vigilar la quema de varios monumentos.