«No tenemos claro que una enmienda del Senado -según la cual los Presupuestos del Estado del pasado año reservaron un millón de euros para invertir en polígonos industriales de Sagunt- pueda considerarse una subvención nominativa y declararse indisponible por voluntad del Gobierno».
Así explica la concejala de Presidencia, Teresa Garcia, que Compromís haya pedido a su senador, Carles Mulet, que consulte con los servicios jurídicos de las Cortes sobre esta justificación que dio el Ministerio de Industria para «bloquear» las ayudas. La también diputada autonómica añade que «d
Más allá de esta cuestión, Garcia cree que estos hechos «constatan que Madrid no tiene ninguna intención de invertir en nuestra reindustrialización. De hecho, nos reconocieron que en los presupuestos de 2017 no se incluirá esta partida, que debería alcanzar los 3 millones sin necesidad de enmiendas. El tiempo de las excusas ha terminado -añade- y el gobierno municipal no va a consentir que el PP se siga burlando de esta ciudad».
Garcia recuerda que Sagunt ha recibido cerca de 13 millones de euros de la Unión Europea y la Generalitat «frente a los cero del Estado», una muestra de que «la unanimidad política sólo se quiebra cuando le toca arrimar el hombro a Rajoy, que bloquea unas ayudas necesarias para mantener vivo nuestro tejido productivo».
La concejala señala que los 3 millones que se esperaba recibir del Ministerio de Industria iban a destinarse a subsanar las necesidades de los polígonos Ventorillo y Eucolsa, que ya existían cuando el gobierno municipal era del PP. «Tuvieron más de 6 años para intervenir, pero no hicieron nada por su extrema lentitud, inoperatividad y su nula capacidad de influencia», añade Teresa Garcia.
Difamación y manipulación
Así, la nacionalista califica la labor en este asunto de la oposición municipal como «infantil, irresponsable y poco colaborativa. Está tirando un chicle demasiado mascado, dado que han sido los recortes del PP los que impiden que ejecutemos la inversión, en un capítulo más de la política para borrar a Sagunt del mapa, mientras sus palmeros le rien las gracias. La difamación y la manipulación no dejan de ser excusas de mal pagador de aquellos que no han movido un dedo por la industria saguntina ni sus trabajadores y trabajadoras», concluye.
