Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Estreno en Sagunt

El Cristo de la Buena Paz salió el miércoles en procesión por primera vez con su nueva anda. La Fiesta recuperó la tradición de llevarlo a hombros

Estreno en Sagunt

E

Este paso se incorporó a la Semana Santa Saguntina en 1953, momento en el que comenzó a portarse a pulso en las procesiones, hasta que en 1964 se le instaló una carroza con ruedas, de la que se ha prescindido en esta nueva remodelación, dando paso a una nueva.

Aunque la mayoralía de 2016 sabía que debía portar el anda, «al ser nueva y tenerla que portar a hombros, lo primero que nos preguntamos es cuánto pesaba», comentaba a preguntas de Levante-EMV el Clavario 2016, Vicente Sarió, antes de salir a la procesión, al tiempo en que reconocía además que habían ensayado un poco para estar bien preparados.

Se calcula que el peso del nuevo paso ronda de los 250 a los 300 kilos, un 25% menos que el anterior, dada su estructura de aluminio. «Somos optimistas y aunque la procesión es larga, sabemos que no tendremos problemas», adelantaba Sarió momentos antes de procesionar.

Junto al paso del Cristo de la Buena Paz, también salió el Ecce Homo, que portó la mayoralía de 2015; un paso que también ha ha sido restaurado y limpiado.

La procesión del Silencio celebrada anoche en Sagunt volvió a contar con centenares de Cofrades, que la convierten años tras año en la más multitudinaria de las tres que se celebran, junto a la de El Encuentro y a la del Santo Entierro. El año pasado procesionaron 704 cofrades y al cierre de esta edición, se esperaba que la cifra aumentara considerablemente, como sucedió en la de El Encuentro, con 116 cofrades más que en 2016.

Además de convertirse en la más multitudinaria de la Semana Santa, la solemnidad y la austeridad que la caracterizan son un ejemplo de la esencia de la Semana Santa Saguntina.

Con anterioridad a la procesión del Silencio, la Plaça Major de Sagunt acogió la «Tamborrada» a cargo de las bandas de bombos y tambores de Moncófar, Alginet y Almenara, que impidieron que el silencio se apoderara de la plaza , logrando que el verdadero protagonismo recayera en el estruendo sonido de los tambores.

Como el resto de los actos, a tamborrada también resultó ser un éxito de asistencia con decenas de personas en la plaza, entre las que se encontraban la mayoralía de 2017, así como mayorales de otros años y cofrades. Al igual que ha sucedido otros años, luego esas tres bandas participaron en la procesión y ello, unido a que las calles sólo estaban alumbradas por la luz de las hachas, la llenó de mayor empaque.

Compartir el artículo

stats