El Ayuntamiento de Sagunt ha encendido todas sus alarmas contra la oleada de envenenamientos de perros que sacude durante las últimas semanas a la capital comarcal. Así y bajo el impulso de la concejalía de Sanidad, el consistorio no sólo ha llenado los parques de la ciudad con carteles explicativos sobre las penas económicas y de cárcel a las que se enfrentan los envenenadores, sino que también ha dado directrices a la policía local para que intensifique su vigilancia en determinadas zonas, al tiempo que ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que alerte de cualquier comportamiento sospechoso.
La concejala del área, María Giménez, explica a Levante-EMV que «el objetivo de esta campaña es visibilizar el problema, darle sonoridad, y demostrar que en el ayuntamiento estamos sensibilizados. Sabemos lo que está pasando -añade la edila de ADN Morvedre- y queremos que estos individuos sepan que todos estamos contra ellos y que su crueldad no quedará impune».
Entre las zonas con especial vigilancia se encuentran los pipicanes, el Triángulo Umbral, los jardines del Centro Cívico, el barrio Wichita, las calles Churruca y 3 de Abril, así como el norte del Palancia. Una de las cuestiones que también se ha aclarado tiene que ver con la interposición de las denuncias, que Giménez explica que se deben presentar en la policía local (092) o a la Guardia Civil (062).
Cárcel y 18.000 euros de multa
La campaña incide en dar a conocer que el hecho de envenenar a un animal constituye un delito tipificado en el artículo 337 del código penal, sancionado con penas de hasta un año de cárcel. Además, la Ley 4/1994, de 8 de julio, de la Generalitat Valenciana, sobre protección de los animales de compañía lo considera grave y con sanción desde hasta 18.000 euros.
Además, poner veneno en la vía pública es un delito y atenta contra la salud pública, y entrar en contacto con ese veneno puede tener terribles consecuencias. La campaña solicita éticamente tolerancia con respecto a los animales, tanto abandonados como no abandonados.
Desde el ayuntamiento también se apunta la importancia de hacer una necropsia al animal fallecido o bien llevar a analizar las sustancias sospechosas a un laboratorio para corroborar que se trata de algún tipo de veneno utilizado tanto contra los perros como contra los gatos.
