La Sociedad de Cazadores de Sagunt estima en más de 2.000 euros la solución a los problemas que está originando a los agricultores el asentamiento de una piara de jabalíes en las proximidades del marjal de Almardà.

Según explicaba el presidente de la entidad, Jose Manuel Tomás, éste es el coste de «contratar a un experto para que coloque cajas trampa y capturar así el animal», tal y como recomendó por carta la conselleria a un agricultor que se quejó por los daños producidos por jabalíes en su huerto; una misiva donde proponía como solución , entre otras, la instalación de «cajas trampa», así como el vallado de su parcela para impedir el acceso de los animales.

Según los cazadores, «este trabajo no se puede dejar en manos de un agricultor; además, la conselleria a nosotros nos requiere de especialistas para autorizar la instalación de estas trampas y eso cuesta dinero».

Pese a que los cazadores están dispuestos a tender la mano a los agricultores del marjal en este problema, dejan claro que la primera alternativa propuesta por la administración supone un importante gasto que ellos «no están dispuestos a sufragar». El colectivo deja así la puerta abierta a que lo paguen los agricultores, si bien lo considera «injusto».

Para la sociedad de cazadores, la solución de las trampas «es inviable a no ser que alguien pague el coste de su instalación», una posibilidad que han descartado los agricultores por el momento.

Ante esta coyuntura, apuntan a la utilización de repelentes por ser la alternativa de menor coste, opción que también señala la conselleria en su escrito de respuesta al agricultor, pero que tanto cazadores como trabajadores del campo coinciden en ver «poco eficaz».

Tomás ve muy complicada la solución y critica a la conselleria pues considera que deja «indefensos» a los agricultores en este problema, aunque admite que la Ley de Caza es muy concreta en estos casos y señala que el responsable de los daños en una parcela es el dueño de la misma.

Desde la Conselleria de Medio Ambiente se incide en que, con su respuesta al afectado, está actuando conforme a la ley, tal y como marca el procedimiento administrativo.

La administración en este caso descarta el uso de armas de fuego para dar caza al animal, puesto que la zona donde se encuentran los jabalíes es un área de seguridad cercana a edificaciones próximas a la playa y a la autovía. A esto, los cazadores añaden que «no es un coto de caza de Sagunt» donde ellos puedan intervenir sino que es una zona de aprovechamiento común.

De momento, los daños que han causado son limitados al no haber demasiados cultivos por allí, pero los dueños de propiedades cercanas al humedal temen que estos animales puedan acabar con la cosecha de melón y sandía en cuanto comience la producción y se inicie la campaña en julio.