Sagunt puede presumir de tener una tierra fértil donde se cultivan pocos nísperos, pero muy apreciados en varios puntos de España, Francia, Canadá e Italia. Aún así, la calidad que alcanza un productor es tal que su fruta se ha hecho un hueco en las mesas más selectas de Barcelona gracias a la confianza que ha depositado en él una marca de Nules que se ha especializado en vender sólo lo mejor a establecimientos «gourmet», Villa María.

En un momento en el que la producción de nísperos en Sagunt es escasa, uno de los pocos agricultores de la ciudad con menos de 40 años, Daniel Muñoz, ha obtenido este logro a base de esfuerzo.

Con ayuda de su mujer, Estrella Martínez, y el apoyo de sus padres, Daniel lleva años dejándose la piel e incluso pasando la noche al raso, si hace falta, para lograr una fruta de calidad. «A mí esto me pierde y admito que soy muy exigente y perfeccionista», reconocía a Levante-EMV.

Ese afán por hacer las cosas bien se nota cuando uno prueba sus nísperos, según apuntaba Manuel Martínez, responsable de la marca que lleva sus nísperos a las mejores fruterías de Barcelona, esos locales donde a veces se ve a jugadores del Barça o a rostros conocidos de la pantalla. «El sabor de su fruta refleja el cariño y el mimo con el que tratan la producción y los árboles. Por eso Dani es la única persona a la que compramos nísperos. Porque la exigencia con la que trabaja se refleja en ellos», añadía Martínez.

Aún así, el agricultor destacaba las especiales condiciones que tiene Sagunt para este cultivo. «Aquí tenemos una tierra roja, con mucha grasa, que es lo que necesita el árbol pues esto le da más azúcar a la fruta de lo habitual, frente a otros sitios donde es más ácida», explica. «Lo que pasa es que es la fruta que más faena lleva. Por eso hay pocos nísperos plantados en la ciudad. Yo, porque prácticamente me lo hago todo con mi familia y poco más. Si lo das a hacer a otro, no daría dinero», dice.

Aún así, Dani cree no equivocarse cuando afirma que «el mejor níspero de España es, sin duda, saguntino». Y eso a pesar de que reconoce que los de Callosa d´ En Sarrià «son los reyes del mercado». «Allí hay una denominación de origen y unos 1.600 socios en la cooperativa. Pero en València, mi marca Dayma es muy apreciada, a pesar de que yo sea un grano de arroz en todo un planeta», apunta.