Los niños quedan en distintos puntos de la ciudad y siguen los itinerarios marcados. Aunque los primeros días lo hicieron junto a profesores y algunos padres, la dinámica es que los niños de 5.º y 6.º de primaria acompañan a los de 2.º, 3.º y 4.º. «Los de segundo van con los padres, pero algunos ya van con los alumnos grandes», explicaban desde el colegio Cronista Chabret de Sagunt.
Toda la comunidad educativa se implicó a la hora de diseñar los trayectos y tanto estos como los puntos de encuentro fueron marcados con distintivos visibles para cualquier viandante.
«Es una gran idea. Acostumbra a los niños a ir a pie y, además, evita atascos. Yo lo veo fenomenal». Así se expresaba la madre de un alumno del colegio Cronista Chabret al valorar a Levante-EMV la experiencia impulsada en las últimas semanas, que ha supuesto toda una revolución en los alrededores del centro cuando se aproxima la hora de empezar las clases. «Antes era un jaleo con todos los niños que venían en coche. Sobre todo, los días de mercado era un caos», añadía otra.
Esta imagen estresante, que además se repetía a diario, ha dejado paso a algo totalmente distinto a raíz de un proyecto piloto impulsado por el ayuntamiento denominado Caminos seguros al colegio. Con él, se han pasado a diseñar varios itinerarios desde distintos puntos de la ciudad. Por ellos, cada día, los alumnos acuden a pie hasta el centro, después de concentrarse en determinados lugares ya señalizados hasta los que acuden también profesores y padres. Como llegan en grupo a un centro rodeado de aceras estrechas y de intenso tráfico rodado, para facilitar la entrada, en ese punto se corta la circulación durante unos 10 minutos justo en la puerta del centro, pero siempre sin rastro de conductores nerviosos, pitidos y contaminación.
«Estamos muy contentos. Ha sido un cambio tremendo», decían desde la dirección del colegio Cronista Chabret, además de apuntar que también se han puesto aparcabicis en el centro para así favorecer el uso de este medio de transporte.
Esta auténtica transformación ha sido posible gracias al trabajo previo desarrollado durante varios meses para que toda la comunidad escolar se implicara en el proyecto y, por ejemplo, diseñara conjuntamente los itinerarios. Desde profesores a padres y alumnos. Los mismos estudiantes abordaron estas cuestiones, hicieron sugerencias al ayuntamiento y participaron en diferentes actividades, desde los más pequeños de infantil hasta 6º de Primaria. En los dos últimos cursos incluso se hizo un concurso de dibujo, con el sorteo de tres bicicletas y un patinete en cada centro, entre otras iniciativas.
Bicicoleando
Tanto en este centro como en el CEIP Mediterráneo del Port de Sagunt ha sido la empresa Bicicoleando la que ha desarrollado este trabajo, después de los resultados obtenidos en otras localidades.
Fue, precisamente, la edila de Movilidad Urbana, Roser Maestro, la que se puso en contacto con la firma al conocer el éxito de la iniciativa en Puçol. «El concejal de EU de allí me explicó que había salido muy bien y pensé que aquí también podía ser muy positivo, como se ha visto», explicaba a preguntas de este diario. El balance es tal que Maestro confirmaba que la experiencia se quiere ampliar a otros centros el próximo año. «Estamos muy contentos por cómo se ha desarrollado todo. Además, como se trabaja con niños, es una manera de concienciarles desde pequeños, acostumbrarles a una movilidad sostenible y sin contaminación, que fomente el medio ambiente», decía.
La idea del consistorio es ampliar progresivamente la iniciativa al resto de centros escolares en la medida de lo posible de las necesidades del departamento tanto en los centros de primaria como en secundaria, en ese último caso mediante el uso especialmente de la bicicleta.
«Si el curso que viene se disponen de recursos materiales y humanos, seguiremos tejiendo la red de trayectos seguros para devolver las calles a las personas e intentar revertir el uso de los vehículos a motor», explicaban desde el departamento municipal. Todo un reto para el que ya un buen camino andado.
