El balonmano y el fútbol son las especialidades que pugnan por la hegemonía deportiva en Sagunt. Ambos cuentan con una gran cantidad de practicantes y seguidores, además de representantes en los niveles altos de la competición nacional, con el Fertiberia BM Puerto en la máxima categoría, el BM Morvedre un escalón por debajo y el Atlético Saguntino en una Segunda División B.
Sólo para estos tres clubes, el ayuntamiento concede este año una ayuda directa de 200.000 euros, un 75 % más de lo que el resto de entidades se reparte en concurrencia competitiva, inyección económica que se une a la disponibilidad de instalaciones, especialmente el Ovni, el René Marigil y el federativo Camp Nou de Morvedre, a los que pronto se esperan sumar un nuevo estadio de fútbol y el pabellón cuyas obras siguen paralizadas en el Port.
Pero todos estos medios no impiden que otro deporte con muchas menos atenciones, las luchas olímpicas, sea con enorme diferencia el que más campeones de España ha dado a la comarca e incluso a su único competidor olímpico, Andrés Iniesta Pacheco, que estuvo en Barcelona 92 junto al delegado de las selecciones de grecorromana y libre olímpica, Arturo González, uno de los pioneros de este deporte en el Port de Sagunt desde el mítico gimnasio Club Polideportivo Olímpico.
En aquella cita, de la que se cumplen ahora 25 años, debería haber estado otro representante local, el ahora presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Sagunt, Ricardo Fernández, aunque una reivindicación a favor de los deportistas supuso el enfado de los responsables federativos y su exclusión, cuando ya había completado la preparación para ser uno de los árbitros de luchas olímpicas en Barcelona 92.
Como otro de los veteranos en un deporte que arrastra más de 65 años de tradición en Sagunt, Fernández apunta como clave del éxito comarcal en esta especialidad que «la población del Puerto, y ahora también Sagunto, cuenta con una multirracialidad que la impregna de inquietud, afán de superación y competitividad. Yo siempre he dicho que en este pueblo montamos un club de canicas y a los dos años somos campeones del Mundo».
Hoy en día, la promoción de las luchas olímpicas en la comarca la comparten el CD Ares y el Lluita Morvedre. En el primer caso, su actividad va más allá de este deporte, ya que abarca otras especialidades, como defensa personal, K1, MMA, grappling o boxeo con las que alcanza casi 180 personas entre deportistas y técnicos, que entrenan entre el sótano de la piscina de Almudàfer y el gimnasio del colegio de Baladre.
Labor social
Esta labor va más allá de la competición, ya que la colaboración con los Servicios Sociales municipales o con la asociación musulmana hace que más de medio centenar de personas practique la lucha de forma totalmente gratuita. Además, el Ares es un constante torrente de campeones de España, casi una treintena desde su fundación en 2001, algunos de ellos en múltiples ocasiones. Una asignatura todavía pendiente para la historia de la lucha en la comarca es una medalla en campeonatos europeos o mundiales, espina que el júnior Adrián Valero tiene mañana la oportunidad de sacar cuando afronte el campeonato continental en Dortmund.
El Lluita Morvedre, por su parte, está en uno de los mejores momentos de su historia, después del reciente traslado a las antiguas pistas de squash del polideportivo internúcleos. Con dos grupos de las escuelas de iniciación, medio centenar de licencias de luchas olímpicas y una treintena de Krav Maga, la entidad saguntina también colabora en iniciativas sociales, vinculadas especialmente con las mujeres, y tiene un gran plantel de jóvenes talentos, entre los que destacan Marta Ojeda, Esmeralda Gallur, María del Mar Ruiz, Nuria Sobrino, Isidoro Martínez, Raúl Gallur, Roberto Tebar o Guillermo Fresneda.
Una de las singularidades del Morvedre es su implicación con aspectos de la vida municipal como la candidatura de la ciudad para ser Patrimonio de la Humanidad, que le llevó a organizar una exhibición de lucha antigua en el Teatro Romano.
