Un enmienda de Esquerra Unida de Sagunt, en la que dejaba clara que «no hay víctimas de primera ni de segunda», impidió que saliera adelante la moción presentada por el Partido Popular, que reivindicaba una declaración institucional de condena al asesinato del concejal de Ermua, Miguel Ángel Blanco, así como una muestra de respeto a todas las víctimas de ETA.
La propuesta de EU, que terminó aprobándose modificando el sentido de la moción original de los populares, sustituyó todas las alusiones a la banda terrorista, acotando el texto del PP a «una muestra de respeto a todas las víctimas» y una «condena de forma expresa de todo tipo de atentado».
A este nuevo texto se añadió una última consideración: «En caso de rendir homenaje a alguna víctima, tendríamos que hacerlo a nuestra vecina Josefina Corresa», que murió en un atentado-bomba a manos de ETA en una gran superficie comercial de València, añadió Teresa Garcia.
Mientras que esta última consideración fue admitida por los populares, éstos se mostraron contrarios con las enmiendas de Esquerra Unida, ya que a juicio del portavoz, Sergio Muniesa, desvirtuaban la esencia de la moción que era «condenar a aquellos que mataban por pensar diferente. Quitar la palabra ETA es claudicar con los que estaban atentando contra el estado de derecho».
La moción se aprobó con las enmiendas de Compromís y EU y con los votos en contra de PP y Cs y la abstención de IP.
