El Ayuntamiento de Algar de Palància y la agrupación local del Partido Socialista llevan casi un año sin conocer el paradero ni poder contactar con la concejala del PSPV, Eva Expósito, quien se marchó de la localidad y ya no ha vuelto a ejercer sus funciones como miembro de la corporación municipal, ni tampoco ha dejado su acta de concejal. «No sabemos nada de ella», afirmaban desde el consistorio. «Ni acude a los plenos ni a las comisiones desde hace meses», añadían las mismas fuentes, quienes sí se han hecho eco de su cambio de perfil en una red social el pasado mes de julio.

La imposibilidad de contactar con la edila socialista desde el ayuntamiento impide que se le puedan notificar las sesiones así como trasladarle la documentación sobre gestión municipal o los requerimientos de asistencias para citas y reuniones de importancia. «Es imposible dar con ella», insistían desde el ayuntamiento, mientras Levante-EMV tampoco lograba localizarla en diversas ocasiones ni por teléfono ni por correo electrónico.

Tampoco sabe nada de ella su partido a nivel local, que ya ha reclamado medidas al PSPV, puesto que al ser la única concejal socialista en la localidad, su ausencia les ha dejado «sin representación y sin voz en los plenos. Estamos con las manos atadas, no podemos hacer labor de oposición», explicaba Cristóbal Peiró, quien renunció a su acta de concejal en favor de Expósito, que era la número dos de la candidatura.

Esto ha llevado al partido de Algar a solicitar la apertura de un expediente a la concejala para que la dirección del PSPV le cese de sus funciones orgánicas como secretaria local; un asunto que la formación tiene en estudio, aunque todo apunta a que esperará a la celebración del próximo congreso local, que se prevé para finales o principios del próximo año, para regularizar la situación y nombrar a un nuevo secretario general y a una nueva ejecutiva en Algar.

Respecto a su condición de concejala, desde el ayuntamiento afirman que poco se puede hacer si ella no dimite, puesto que las actas son personales e intransferibles. Asimismo remarcaban que la privación de este cargo solo cabe, como contempla la ley, mediante una resolución judicial «firme, que anule la elección o proclamación». Eso, lógicamente, al margen de otros supuestos que incluye el Reglamento de Organización y Funcionamiento (ROF), pero no ven aplicable en este caso: La incompatibilidad, el fallecimiento, la incapacitación o la pérdida de nacionalidad.

Lo que tienen claro desde la administración local es que la concejala ha dejado de cumplir con sus obligaciones, recogidas en el ROF, en su artículo 12, que alude al «deber de los miembros de la corporación de asistir, con voz y voto, a las sesiones del pleno y a las de aquellos otros órganos colegiados de que formen parte, salvo justa causa que se lo impida, que deberán comunicar con la antelación necesaria al presidente de la corporación»; un extremo que no se ha producido, según fuentes del ayuntamiento. La legislación también contempla sanciones por «incumplimiento reiterado de sus obligaciones» y señala la «pérdida de derechos a percibir las atribuciones», si bien en su caso si no se asiste a las sesiones no se cobra.

La ausencia de Expósito no sólo ha sorprendido a nivel local, pues se había involucrado mucho en el partido en los últimos años e incluso fue responsable del comité electoral de la comarca.