Con tal de hacer un aparcamiento, el ayuntamiento ha desplazado parte del parque infantil y la zona de recreo que construyó el gobierno del Partido Popular hace más de una década tras el traslado del camposanto.
En los metros ganados, el consistorio ha habilitado un aparcamiento para una docena de coches; una actuación que, según el alcalde, Rafa Gil, responde a una vieja demanda de los vecinos de la zonas colindantes.
Sin embargo, la actuación ha levantado las quejas de algunos vecinos y del PP, desde donde se considera que el aparcamiento era «innecesario», y denuncian que se haya recortado la zona recreativa del viejo cementerio. «Esto no hacía falta, Torres Torres no tiene problemas de aparcamiento», dicen.
Gil explicaba a Levante-EMV que tiene hasta 40 firmas recogidas de vecinos de la zona del Tossal y del carrer Les Moreres solicitándole que habilitara una zona para estacionar. Una actuación que el primer edil también justifica en la necesidad de dar un servicio a los visitantes del Castillo.
Para el PP ésta es una «nueva alcaldada como otras tantas», expresaban algunos concejales populares, quienes lamentaban haberse enterado de las obras por los vecinos. «No lo ha pasado por pleno ni por ninguna comisión municipal. No sabemos nada de este proyecto. Este alcalde hace lo que quiere», denunciaban.
El PP anuncia que va a estudiar el asunto, ya que las obras se han realizado sobre la zona de influencia del Castillo, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en una parcela calificada como rústica.
A este respecto, el alcalde añadía que cuenta con los «informes técnicos favorables» y que si ahí no se permite ninguna actuación, «el PP lo hizo mal hace 15 años».
Las obras han consistido en el reasfaltado de una zona de tierra de unos 600 metros cuadrados, con un coste de poco más de 4.000 euros, según afirmaba el alcalde.
