La falta de ayudas para intervenir en la iglesia de Alfara de la Baronia está poniendo en peligro los frescos de Oliet, además de la estructura de la iglesia y parte de su ornamentación. Así lo denunciaba la cronista oficial, Concha Saura, quien lleva años reivindicando una actuación integral en este templo del siglo XVI.
Desde 2009, el ayuntamiento no ha recibido subvención alguna, pese a las peticiones que se hicieron desde el gobierno local. Ahora, ante el empeoramiento de la situación, el alcalde de la localidad, Carlos Herrera, ha solicitado ayuda al arzobispado de València para acometer las obras que se precisan en el inmueble, una petición de la que de momento no ha obtenido respuesta, según el mandatario, quien sí arrancó el compromiso al estamento eclesiástico de que lo estudiaría, unos hechos que se producían hace más de tres meses durante una visita pastoral.
Mientras tanto, la precaria situación del templo de Alfara se acrecienta dadas las humedades que padece, con goteras en varias partes del mismo. Algunos feligreses revelaban a Levante-EMV cómo en días de lluvias se tiene que poner recipientes hasta en el altar mayor para que la misa pueda oficiarse.
Las consecuencias de esta lamentable situación, que está haciendo mella en una de las piezas más importantes del patrimonio de Alfara, comienzan a ser visibles, como la fisura en la cúpula o el deterioro de los frescos, cuyas imágenes empiezan a desdibujarse, lo que se conoce como quemarse, a causa del agua. Este es el caso de la pintura central del altar mayor: La apoteosis de San Agustín.
«El crítico estado» del templo llevó a la administración local a solicitar en 2014 una subvención a la Diputación de València dentro de sus planes para la restauración de bienes inmuebles con valor histórico-artístico, ayuda que todavía no se ha recibido. De nuevo, se volvió a reclamar en 2016, y de momento, sigue sin llegar, aunque el ayuntamiento está trabajando para que lo haga. En este caso, la inversión iría destinada a una nueva fase de restauración de la cubierta y a la eliminación de humedades interiores y exteriores, tal y como se anota en la solicitud.
Inversión insuficiente
Aunque desde hace ocho años, el templo no ha sufrido intervención alguna dada la falta de inversión económica, con anterioridad y en concreto desde el 2004, se fueron realizando obras de restauración acordes con la arquitectura, ornamentación y cromatismo original de la iglesia, solicitadas por la parroquia de Alfara. Estas intervenciones fueron posibles con los fondos de la diputación, que ascendieron a 108.000 euros repartidos desde el 2004 al 2009, con una inversión media de 25.000 euros al año, cantidad que la cronista considera «insuficiente a todas luces».
