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Sagunt busca un acuerdo de última hora para «salvar» la tasa de basura

La oposición y medio gobierno votaron en contra de la propuesta que defiende la concejala de Medio Ambiente y que hoy se trata en el consorcio

Sagunt busca un acuerdo de última hora para «salvar» la tasa de basura

La presentación en el último momento de la documentación relacionada con la subida de la tasa de basura que hoy se trata en el pleno del consorcio de residuos de El Camp de Morvedre no sólo motivó que la oposición en Sagunt rechazara en la comisión de ayer la propuesta que contempla un incremento del 2,6 % para 2018, sino que dos de los cuatro partidos de gobierno también votaron en contra.

La concejala de Medio Ambiente, Teresa Garcia, asegura que «entiendo que es poco tiempo para estudiar el expediente, pero la propuesta es la más equilibrada y menos lesiva para los ciudadanos» a la hora de hacer frente a las deudas por la basura orgánica y los ecoparques, que ella misma calificó de «agujero» de cerca de 3 millones de euros.

De hecho, la nacionalista considera que votar en contra de esta propuesta sería «irresponsable», así que impulsaba ayer un acuerdo de última hora en el seno del gobierno para incluir las aportaciones de sus socios y no verse obligada a posicionarse en contra en el pleno de hoy de una ordenanza de la que es una de las artífices.

Como admite el presidente del consorcio, Paco Salt, no se descarta dejar la tasa sobre la mesa y llevarla a una sesión extraordinaria la próxima semana, aunque apunta que «la propuesta no se puede ajustar más, así que, si quieren bajar algún epígrafe, habrá que compensarlo con la subida de otro».

En esta línea, el exacalde de Algímia d'Alfara detalla que «tras aflorar cerca de 2,5 millones del canon de la basura orgánica que no se pagó entre 2011 y 2016 y añadir la compensación a los municipios con ecoparques, la solución que nos daban los técnicos era subir el recibo del año que viene en más de 21 euros. A partir de ahí y gracias a la gestión política, negociamos el prorrateo de esas cantidades hasta el final de la concesión del servicio de la planta de Algímia y conseguimos que la subida se limite al índice de precios al consumo (IPC)».

Sobre las críticas del alcalde de Canet d'En Berenguer, Leandro Benito, que consideraba la propuesta «una tomadura de pelo» por la «falta de transparencia» y la «eterna subida» de la tasa, Salt replica que «se queja de los aumentos, que sólo van más allá del IPC para grandes superficies industriales y supermercados, pero no habla de que se ha reducido para comercios no alimenticios, así como bares y restaurantes más pequeños».

«Nos piden un acto de fe»

Todos estos argumentos no convencieron a la oposición y parte del gobierno de Sagunt, del que sólo Compromís votó a favor, más por una cuestión de forma y por la falta de información para adoptar una posición responsable. Así lo reconocieron a Levante-EMV tanto el portavoz de Iniciativa Porteña, Manuel González, como el popular, Sergio Muniesa. Este último apunta que «la mayor discrepancia es por las formas, ya que nos presentan una documentación en la que no se justifica el cálculo de la tasa, así que nos piden un acto de fe para aprobarla».

El exalcalde de Sagunt recuerda que «el año pasado ocurrió algo similar y nos abstuvimos con la advertencia de que sería la última vez». Más allá de la cuestión de forma, ya que la oposición dispuso de la documentación el martes por la noche para dictaminar ayer, Muniesa apunta que «necesitamos tener toda la información para saber si debemos pagar por el servicio de basura orgánica durante los años que no se prestó o si el tema de los ecoparques está bien calculado».

El popular también indica que uno de los motivos de la subida de la tasa que se plantea es el «fallo de previsión» que supuso presupuestar la llegada de 47.000 toneladas de basura del consorcio de València Sur, cuando finalmente llegaron 30.000.

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