La conversión en un espacio público para uso social, lúdico y cultural que desde el Ayuntamiento de Sagunt se había consensuado desde hace años para sacar del abandono a la Casa Noguera del Port ha quedado enterrada definitivamente, después de que un promotor privado adquiriera esta parcela de cerca de 2.000 m2 con la intención de construir 18 apartamentos turísticos y una vivienda unifamiliar.

Así lo desveló ayer el portavoz de Iniciativa Porteña, Manuel González, quien mostró su «indignación» porque la «inacción» y la «falta de interés» municipales hayan desembocado en que este elemento «del patrimonio histórico del Puerto haya caído irreversiblemente en manos privadas a un precio de saldo».

Su compañero de grupo en el ayuntamiento, Juan Guillen, añadió que «lo más grave es la política de hechos consumados de este gobierno, que, pese al consenso para dar un uso público a la Casa Noguera, no ha informado de este asunto», ya que fue a raiz de una pregunta segregacionista en una comisión cuando Pablo Abelleira dio cuenta de sus gestiones.

El concejal de Urbanismo señala a Levante-EMV que «desde que llegamos al ayuntamiento, remitimos varias órdenes de ejecución al propietario -que era Anida, la filial inmobiliaria del BBVA- para que arreglara los problemas de seguridad del edificio». Y es que los asaltos, actos vandálicos e incluso incendios provocaron numerosas quejas entre los vecinos.

El edil de ADN Morvedre añade que «al final siempre tenía que intervenir el ayuntamiento y el banco lo pagaba después. Vimos que no tenía interés en ese edificio y valoramos la opción de adquirirlo, así que convocamos una reunión para abrir la negociación en la que, como punto de partida y con la advertencia de que el próximo paso que daríamos sería obligar a rehabilitarlo, les planteé la cesión gratuita, porque nuestros técnicos habían valorado la inversión necesaria para su restauración en 2 millones de euros».

Tras no alcanzar un acuerdo, prosigue Abelleira, ambas partes se emplazaron a una segunda reunión, que se suspendió cuando el banco vendió el inmueble al promotor que satisfacía tanto las pretensiones del BBVA como las exigencias municipales, que pasan por mantener la estructura y el exterior de la Casa Noguera.

Dudas urbanísticas

En este sentido, el proyecto que el nuevo propietario ha remitido al Ayuntamiento de Sagunt, que está pendiente de un estudio pormenorizado, todavía no está claro si se ajusta a las normas urbanísticas de la zona. De hecho, mientras Abelleira lo pone en duda, González lo considera viable, una vez se atiendan los reparos técnicos que se planteen a lo largo del procedimiento.

Lo que ya tiene difícil vuelta atrás es que esta parcela, en la que se pensó instalar una escuela de hostelería, un casal jove, un jardín botánico, una residencia de enfermos mentales o un albergue juvenil, haya caído en manos privadas, después de que el ayuntamiento fuera incapaz durante los últimos años de obtener su propiedad a cambio del aumento en la edificabilidad de este SUP II o de una permuta con las parcelas municipales que hay en la zona.

Así, «se pierde una nueva oportunidad para recuperar este espacio y el problema es la falta de voluntad política, porque si el gobierno hubiera estado realmente interesado hubiera puesto dinero encima de la mesa, como, por ejemplo, ha hecho para ampliar la Domus Baebia con 350.000 euros», según concluyó González.