La espectacularidad en los boatos y las carrozas, además del aumento de músicos centró este año la Entrada Mora y Cristiana de Sagunt. Los llamativos carruajes que lucieron las abanderadas y capitanes estuvieron entre lo más comentado.

El elefante articulado que portó la embajada mora y los leones con el rey Jaume I a caballo, de la cristiana, fueron una de las principales apuestas de ambos bandos así como el resto de boatos. De entre todos, destacó el espectáculo a caballo que llenó de expectación las calles de la ciudad en el que una pareja de jinetes demostró el dominio de la doma además del equilibrio.

El colorido de la entrada lo puso, sin duda, la vestimenta de sus participantes. Atuendos más modestos que otros años pero que no dejaron de impresionar a los cientos de personas que inundaron el recorrido. No faltaron las filaes de guerreros en varios bandos, ni la elegancia y vistosidad de algunos trajes. Tras ello, el domingo tuvo lugar el Día de las Embajadas, que se realizaron en el Teatro Romano a causa de las obras en la puerta de Almenara.