Un año más, la flor natural toma la palabra en la mayoría de los cementerios de la comarca. La más abundante es el clavel y la rosa roja, aunque hay de todo y para todos los presupuestos.
Entre los pedidos de flor singulares recibidos este años por los floristas, en esta ocasión ha destacado la orquídea vanda o el Anthurium morado, dos propuestas sugerentes que focalizan la atención allá donde se depositan.
No han faltado a su cita la rosa blanca ligada a la juventud; el crisantemo, el gladiolo, el lirio, la dahlia o flores cada vez más demandadas como el lilium, las astromelias o las heliconias.
Sin embargo la base del 80% de los ramos se mantiene en el clavel y la paniculata, tal y como comentaban varias floristas.
En cuanto a precios, la docena de clavel ronda los doce euros si bien, por ejemplo, la media de los ramos que se depositan ante las tumbas de los camposantos de Les Valls oscila entre 25 y 30 euros, como aseguraban fuentes del sector.
Aunque la tradicional visita al camposanto se reserva mayoritariamente para la jornada de hoy, desde la semana pasada, centenares de personas han pasado ya por estos lugares en toda la comarca para limpiar y acondicionar panteones, mausoleos o nichos. Se trata de una visita que sigue siendo cita inexcusable en lugares como Les Valls, donde el 95% de los vecinos sigue enterrando a sus difuntos, mientras que la incineración no ha logrado extenderse en la zona.
Dulces típicos
La tradición mantiene también su tendencia en clave gastronómica. Los huesos de santo y «planellets» son algunas de las ofertas que pueden encontrarse en los hornos y pastelerías de la comarca, especialmente hoy.
En este caso la globalización también ha abierto la puerta a las fiestas de Halloween y diversos comercios ofrecen los típicos caramelos para la noche de los muertos. Dulces de calabaza así como su propio asado comparten escaparate con los tradicionales dulces de la zona.
