La saguntina presuntamente violada por un amigo de su hijo durante la Nochevieja de 2014 tras coincidir con él en una discoteca de la localidad, y que también denunció a otro joven por abusos esa misma noche, relató ayer durante el juicio celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de València que está convencida de que ambos la drogaron «con burundanga o bella durmiente» para violarla. «No era yo, no tenía voluntad, casi no podía ni hablar», relató la víctima.
Según su versión, uno de los chicos le dio una bebida y apenas probó un sorbo ya que no puede beber alcohol porque es diabética. Después de que éste tratara de forzarla sexualmente en el vehículo, de acuerdo con el relato de la mujer y en un delito por el que será juzgado en los próximos días en una causa separada, el otro acusado, juzgado ayer, se ofreció a acompañarla a su casa, donde presuntamente la violó aprovechando su estado. «Notaba como un hierro dentro de mí, pero no podía defenderme», recordó.
El acusado, que se enfrenta a una pena de diez años de cárcel, según la petición del Ministerio Fiscal, como adelantó ayer Levante-EMV, reconoce que mantuvo relaciones sexuales con la madre de su amigo esa noche, pero alegó que fue «sexo consentido». Respecto a si la mujer tenía la voluntad anulada, admitió ante la sala su estado de embriaguez, pero negó que él o su amigo la hubieran emborrachado de forma intencionada. «Estaba bebida, pero no borracha de no poder caminar». De hecho, explicó que ambos fueron andando a su casa tranquilamente.
Así, según el procesado, de 26 años y nacionalidad colombiana, fue ella quien se acercó a él esa noche porque estaba triste de no pasar la Nochevieja con sus hijos. Y tras estar bailando, dijo que ella le pidió que le acompañara a casa. «Había feeling, se veía que quería algo más. Y al llegar me dijo: 'Papi pasa'», relató el acusado.
«Papi no seas tímido»
Aunque la víctima asegura que la tiró a la cama y la forzó sexualmente, pese a que ella le decía que no, el joven manifestó en la vista oral que fue ella quien se quitó el vestido de forma voluntaria y le dijo textualmente: «Papi no seas tímido». «Fue plenamente consentido, incluso tuve que fingir el orgasmo porque ella me pedía que me corriera», declaró.
Después de los hechos regresó a la discoteca junto a sus amigos, a quienes no les contó nada de lo ocurrido. «No me interesaba que a un chico joven lo vieran con una señora y además me considero un caballero», argumentó. Respecto a los motivos por los que su supuesta víctima le habría denunciado, solo ve una explicación, «que esté buscando sacar dinero». Testigos que estaban en la discoteca esa noche apoyaron la versión del acusado, mientras que un amigo de la mujer declaró que ella le confesó los graves hechos ocurridos esa noche y que él le recomendó que lo denunciara. La sala determinará si se trató de relaciones consentidas o la mujer tenía anulada su voluntad.
