Los responsables del organismo de la Generalitat que gestiona ahora sus viviendas sociales, la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (EIGE), tienen claro el origen del problema que ha hecho que un bajo de Baladre esté lleno de fecales: El mal uso que algunos vecinos de esa finca han hecho de la red de saneamiento. Así lo aseguraron desde la entidad a Levante-EMV tras explicar que en enero de este año ya intervinieron por ese motivo en ese lugar. Aquella actuación fue realizada por la EIGE con un coste de 843 euros «a pesar de comprobar que la deficiencia se debía al mal uso de los vecinos y al vertido incontrolado de elementos no apropiados», apuntaron. Por ello, insistían en que son los residentes en esa finca los que tendrán que actuar ahora y vigilar lo que tiran por los desagües para que el problema no se vuelva a producir. «Actualmente no tenemos constancia oficial ni reclamación alguna al respecto de nuevas deficiencias en este edificio. Desde luego, volveremos a ir, insistiendo en nuestras campañas informativas, porque los vecinos tienen que tener claro que los daños los paga quien los produce y los inquilinos han de ser cuidadosos con las instalaciones», explicaban, insistiendo en que la EIGE ya les alertó de lo que iba a suceder sin uso adecuado.
